Gasto militar de los países del Medio Oriente
El escenario geopolítico del Medio Oriente ha sufrido importantes cambios desde finales del Siglo XX, por la señalada hegemonía militar de los Estados Unidos en la zona, por “causa belli”, que se agravo por la larga presencia de sus tropas con el fin de “democratizar’ el Medio Oriente, con regímenes basados en una profunda y diaria practica de religiones y aun, dentro de un mismo credo religioso, el Islamismo, una separación que sobrevive desde la muerte del Profeta Mahoma en el año 632 de nuestra era, unos siguen las suras del Sagrado Corán, los “sunitas” y otros al Profeta Ali y se denominan “chiitas” y en base a ello tienen una jerarquía eclesiástica , como sucede en la República islámica de Irán, con el advenimiento en 1979 del Ayatola Khomeni y actualmente el Ayatola Jamenei.
Esa separación religiosa, tiene una profunda raigambre en la política, y en la formación e integración de los ejércitos, ese fue el caso de Siria, cuando su ejército fue integrado por seguidores del “Alaguismo” y así los “alauitas”, integraron el ejército sirio y con Hafez Assad, a la cabeza, se realizó un Golpe de Estado en 1970 y Al Assad pudo gobernar Siria desde ese entonces, hasta su muerte, luego fue escogido su hijo Basar Al Assad, actual Presidente de Siria.
Desde las presencias extranjeras en los países del Medio Oriente, las Monarquías Petroleras del Golfo, sintieron la imperiosa necesidad de armarse, de continuar una carrera armamentista, dada su inmensa riqueza, las ansias de permanecer en el poder y sus escasos territorios y poblaciones autóctonas.
A ello únase la inviabilidad de un sistema regional de seguridad colectiva, tema este que fue objeto de una reunión al más alto nivel en el Consejo de Cooperación del Golfo.
La carrera armamentista ha llevado a la región del Medio Oriente a encabezar el cuadro mundial de la carrera armamentista, en términos porcentuales a sus Productos Internos Brutos (PIB). Así en 2018 el gasto militar, represento en promedio, más del 5.5% del PIB regional, una cifra muy superior a la del resto de las otras zonas geográficas mundiales.
El Reino de Arabia Saudita, es el ejemplo más fehaciente en materia de compra de armamentos de significativa tecnología y supremacía bélica. Esta tendencia remonto desde los años 70-80, cuando el Reino realizo sus compras de aviones de guerra a los Estados Unidos de América.
En el Siglo XXI, para Arabia Saudita, el gasto militar se ubicó en 60.000 millones de dólares, constituyéndose, en estos últimos anos, en el tercer país que más ha comprado armas, luego de potencias mundiales como los Estados Unidos de América y China.
Las otras Monarquías Petroleras del Golfo, han continuado la carrera armamentista y en 2018 Kuwait y Omán, destinaron al gasto militar más dinero que Irak y el doble de Egipto. En el caso de Catar y de los Emiratos Árabes Unidos, la tendencia armamentista pudiera ser mayor, pero no se dispone de información oficial del Estado de Catar desde el año 2011 y de la Monarquía de los Emiratos, desde el año 2014, siendo su gasto militar en el periodo 2000-2014 de un 387.3 % de su PIB. La opacidad de la información es la regla.
El único país con un gasto similar a la de las Monarquías Petroleras del Golfo es Israel, sin duda una gran potencia militar en la región, con un gran apoyo de los Estados Unidos de América y su población judía.
Para Israel el tema de la seguridad nacional es prioritario, desde su creación en 1948. Israel debe contar con arsenales nucleares y una moderna industria bélica que le ha permito ubicarse en el octavo puesto, mundial de los exportadores de armamento.
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