Numerosas razones convergen al momento de acusar los problemas que caracteriza toda situación en la que se pretende discernir las causas y efectos que configuran la brecha entre la política y la educación.
Razones que, de alguna manera, han servido para determinar los rasgos del comportamiento y alcance de cada una de tan importantes ciencias. Ello, en la medida en que se convierten en procesos que movilizan al hombre en función de su vida social, cultural, ética y hasta personal.
Esta condición, definitivamente, constituye el marco de inexorables realidades que, por causa de la incidencia de un currículum cerrado, retardatario y un tanto desubicado de un contexto más inmediato al que formaliza desde críticas, exigencias y necesidades, no termina de ser integradas o comprendidas.
Particularmente, como parte de los programas académicos universitarios al momento de buscar el afianzamiento profesional de quienes se preparan en carreras relacionadas con el mundo de la politología, la administración de empresas, del manejo de la comunicación y de los procesos educacionales, fundamentalmente.
Frente a tan incisiva determinación, resulta de sumo interés volcar buena parte de las consideraciones que derivan del estudio a que da lugar la contundente vinculación entre política y educación.
Por consiguiente, el abordaje de estos temas desde la perspectiva académico–universitaria adquiere un mejor sentido para concienciar no sólo acerca de la importancia que implica y compromete el manejo teórico–conceptual de dichas ciencias, política y educación. Igualmente, sobre el efecto que dichos conocimientos generan en el ejercicio profesional. Incluso, en medio de la actitud que en lo social y en lo familiar vive o tramonta el ser humano.
Una relación fundamentada
Es así que, como bien explicaba el brasileño Paulo Freire “(…) se impone reexaminar el papel de la educación que, sin ser la hacedora de todo, es un factor fundamental en la reinvención del mundo” (Aut. cit. Política y Educación. Siglo XXI Editores. Sao Paulo, 1996). Del mismo modo, “(…) el papel de la política luce trascendental por cuanto el hombre dispone de la capacidad y potencial que su humanidad y biología le provee, en la medida que la política puede favorecerle” (Monagas, Antonio José. Política, Gobierno y Gobernabilidad Democrática. Universidad de Los Andes, Mérida 2000)
Una forma de acentuar, asegurar y valorar el interés y entusiasmo de quienes actúan apegados a los dominios cognitivos tanto de la materia política como de los aspectos que tratan la ciencias de la educación, es activando aquellas aspiraciones que busca toda persona preocupada por hacer que cada estudiante o individuo cercano al proceso educativo o al devenir político, se compenetre con la complejidad bajo la cual se escudan las realidades.
La extensa y prolífica cantidad de problemas y necesidades que agobian las realidades asociadas con la política y la educación, exige internarse en los espacios donde se debaten las implicaciones que se dan en la relación “política-educación”. De esa manera, podría incentivarse el discurso necesario que advierta el nivel de influencia de la política en la educación. O viceversa. No sólo de cara a los efectos que genera el tiempo al compenetrarse con las circunstancias. Sino también por la utilidad teórico-conceptual y teórico-metodológica que reside entre ambos contextos. Y que de no ser aprovechada la misma -al máximo- generaría más problemas y confusiones de los que hasta ahora se conocen. Además que la incidencia de esos problemas, en nada contribuirían a avanzar hacia estadios de desarrollo tal como los apuntala una educación debidamente comprendida desde el ejercicio de la política.
Por ahí es posible dar cuenta de cómo realidades azoran el devenir de la educación en todas sus manifestaciones. Es justo, cuando las realidades resultan tan complicadas como está sucediendo en la actualidad. Por tanto, es imprescindible retomar lo que bien inquietó al educador brasileño Paulo Freire al escribir sobre la pertinencia de analizar en perspectiva, la relación entre Política y Educación.