Las agencias de la ONU advierten que hay que esperar seis meses para que el agua baje.
Hasta la fecha, más de 1.500 personas han muerto, entre ellas 552 niños, y cerca de ocho millones de personas se han visto desplazadas por la catástrofe. Las agencias de la ONU se apresuran para hacer llegar a las poblaciones afectadas los artículos de socorro que tanto necesitan y ya han entregado a las autoridades más de un millón de artículos para salvar vidas para su distribución.
Millones de personas en Pakistán siguen profundamente afectadas por las catastróficas inundaciones que «no van a ninguna parte», según distintas agencias humanitarias de la ONU.
El sur de la provincia de Sindh sigue en crisis, con muchas zonas todavía bajo el agua.
«No tenemos suficientes alimentos, no tenemos refugio, y aún no se dispone del tipo de asistencia sanitaria que se necesita», dijo la jefa de la Oficina de Campo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Baluchistán, otra de las provincias más afectadas.
En un nuevo llamado a la ayuda internacional, la representante de UNICEF describió escenas desesperantes. Las carreteras y los puentes han sido arrasados y el agua no se va a ninguna parte.
Como se temía, entre las comunidades desplazadas se han propagado enfermedades y dolencias potencialmente mortales, como el paludismo cerebral, para el que no hay medicamentos.
Una vista aérea del paisaje devastado tomada durante la visita solidaria del Secretario General António Guterres a Pakistán, donde fue testigo del impacto de las inundaciones en las provincias de Sindh y Baluchistán.
Haciéndose eco de la profunda preocupación, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, señaló que 7,6 millones de personas en Pakistán han sido desplazadas por las inundaciones, y que casi 600.000 viven en lugares de ayuda.
La agencia de la ONU ha coordinado la logística dentro de un plan para transportar más de 1,2 millones de artículos de ayuda a las autoridades locales de las zonas más afectadas por las inundaciones. Hasta la fecha, ha entregado a las autoridades más de un millón de artículos para salvar vidas para su distribución.
«Muchas partes del país, especialmente en la provincia meridional de Sindh, siguen bajo el agua, así como … partes del este de Baluchistán», dijo el portavoz de ACNUR Babar Baloch, añadiendo que los funcionarios han advertido que podría tomar hasta seis meses para que las aguas de las inundaciones retrocedan en las zonas más afectadas.
También hay preocupación por los 1,3 millones de refugiados afganos registrados en Pakistán; se estima que 800.000 viven en más de 45 distritos afectados por la calamidad de los 80 lugares afectados, dijo ACNUR, señalando que cuatro de los distritos más afectados en las provincias de Baluchistán, Khyber Pakhtunkhwa y Sindh albergan el mayor número de refugiados.
Para ayudarles, ACNUR y sus socios han proporcionado asistencia de emergencia en efectivo a cientos de familias refugiadas vulnerables, complementando la respuesta del Gobierno al monzón.
«La gente está siendo desplazada. Miran hacia afuera y sólo te dicen: ‘Esa solía ser mi casa, esta solía ser la escuela’, pero lo que puedes ver es sólo agua y agua», dijo Birukila de UNICEF.