Anticipadamente, los partidos políticos definieron el orden en el que ocuparían dicha dignidad. Roy Barreras tiene asegurada la presidencia del Senado el 20 de julio. El único grupo político que aparentemente no está en este pacto es el uribismo.
Aunque en política cualquier cosa puede ocurrir, cada vez que empieza un período legislativo los partidos se ponen de acuerdo sobre la ocupación de las más altas posiciones del Congreso durante el cuatrienio. En esta oportunidad, los sectores afines a la administración de Gustavo Petro se pusieron de acuerdo en qué sectores ideológicos estarán en las presidencias del Senado en los próximos cuatro años.
Como ya estaba cantado, el primer año recaerá en manos del Pacto Histórico, la convergencia que llevó a la Casa de Nariño a Gustavo Petro. Esa movida es casi usual porque durante el primer año, el presidente impulsa sus principales proyectos de gobierno. Iván Duque, por ejemplo, le dio el guiño al huilense Ernesto Macías, integrante del Centro Democrático, su casa política.
En el caso del petrismo, el puesto lo llenará Roy Barreras, pese a que aún no tiene el ciento por ciento de los votos porque Gustavo Bolívar, Piedad Córdoba no han garantizado el apoyo todavía, mientras que otros dirigentes del Polo Democrático examinan si lo apoyan o no. Sin embargo, tiene el visto bueno de Gustavo Petro, el tiquete que lo llevará a presidir el Capitolio.
El segundo año, si los pactos se cumplen al pie de la letra, la presidencia del Senado quedará en poder de la Alianza Verde, un partido político que, aunque se dividió inicialmente, terminó en los brazos del nuevo presidente. Allí, el cupo se lo disputan los senadores Inti Asprilla, Angélica Lozano y Ariel Ávila.
Asprilla es el más cercano a Petro y quien más genera confianza en el entrante gobierno porque forma parte del ala de la izquierda que aún queda en el Verde. Sin embargo, Angélica Lozano buscará el escaño aprovechando el último año de gobierno de su esposa, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López.
Se conoció que la presidencia del Senado en el tercer año de gobierno será del Partido Conservador. Lo más probable es que la ocupe la dirigente Nadia Blel Scaff.
El último año de gobierno de Gustavo Petro el turno será para el Partido Liberal y el más seguro es Lidio García, uno de los congresistas más votados en las elecciones del 13 de marzo y quien goza de la confianza del expresidente César Gaviria. No obstante, ese escenario también podría disputarlo Alejandro Carlos Chacón, cercano al nuevo presidente y con amplias simpatías en su bancada.
Por los lados de la Cámara de Representantes, el escenario está más confuso. El Pacto Histórico, políticamente, no debería quedarse con la presidencia del Senado y la Cámara de Diputados al mismo tiempo porque genera un desequilibrio de poderes. Sin embargo, el congresista David Racero, cercano a Petro, insiste en que él será el elegido el 20 de julio.
Internamente está claro que no es viable su insistencia porque afectaría las buenas relaciones de Gustavo Petro y el nuevo Congreso. Por eso, no está descartado que en el primer año la presidencia esté en manos del Partido Liberal.
Internamente, en la casa roja escogen entre los congresistas Álvaro Monedero, Carlos Ardila y Andrés Calle, un tema que podría quedar definido esta semana en una convención roja que se adelanta en el Eje Cafetero.
Aunque no está establecido el orden, la presidencia de la Cámara de Representantes la ocuparían el Pacto Histórico, la Alianza Verde, el Partido Liberal y el cuarto cupo se lo disputarán Cambio Radical y el Partido Conservador. No obstante, en política los escenarios pueden cambiar en cualquier momento.