Por: Orlando Goncalves
@OrlandoGoncal
El Nobel de la Paz es uno de los cinco premios instituidos por el inventor e industrial sueco Alfred Nobel. Este prestigioso galardón lo conceden anualmente a la persona o entidad que ha realizado contribuciones significativas para la fraternidad entre paÃses, la reducción de ejércitos y la promoción de la paz y los derechos humanos.
Este galardón es considerado el más controvertido de los Premios Nobel y muchos de sus acreedores han sido criticados. Sin embargo, el caso más más polémico, quizás, haya sido el de Mahatma Gandhi, el dirigente más destacado del movimiento de independencia de la India, para ello practicó la desobediencia civil no violenta y pese a ello, jamás ganó el premio, muy a pesar de haber sido candidato en cinco ocasiones.
Recientemente, un grupo de venezolanos comenzó un movimiento que busca promover la postulación de MarÃa Corina Machado al Premio Nobel de la Paz. Como muchas cosas en Venezuela, esta idea ha generado polémica y debate.
La argumentación de quienes promueven esta iniciativa va más allá de si Machado pudiera o no ganar el premio, si lo merece o no. El objetivo del grupo promotor es estratégico. Buscan volver a poner el tema de Venezuela en la agenda internacional, pues el 28 de este mes están pautadas unas elecciones que pudieran ser el inicio de una transición, que devuelva al paÃs la senda democrática y paralelamente, también se quiere con esta postulación, tratar de darle, por un lado, mayor exposición internacional y con ello, protección a su integridad y hasta su vida.
En lo personal, difiero de muchas posiciones polÃticas que ha adoptado MarÃa Corina Machado a lo largo de los años, pero debo reconocer que, en ese mismo tiempo, ella ha sido constante y se mantiene firme en sus convicciones y luchas, ha sido coherente, y eso, definitivamente se respeta.
Hace meses comenté en varios programas de radio, TV y foros que Machado no serÃa candidata, puesto que el régimen no se lo permitirÃa, pero al haber sido electa de forma abrumadora como la candidata de la oposición, ella tendrÃa que asumir el rol histórico de unir a la oposición, elevar el nivel de emoción entre la población, para que se renovara la esperanza de que es posible, por la vÃa electoral y democrática, producir un cambio en el paÃs.
En su momento fui duramente criticado, pero el tiempo me ha dado la razón y eso es lo que Machado ha estado haciendo a pesar de todas las trabas que el régimen le pone a diario.
Es claro que su inhabilitación es absolutamente ilegal e inconstitucional, situación muy dura no solo para ella sino para la democracia, en especial después de ser electa candidata de la oposición de manera demoledora y que no se le permitiera participar. Pero, sobre todo, es doloroso que no haya habido una gran movilización social que protestara por semejante atropello.
El régimen puso todas las trabas e impidió la postulación a la historiadora Corina Yoris, a quien Machado intentó postular para que la sustituyera y es asà como se llega a Edmundo González Urrutia, un internacionalista, diplomático, profesor y escritor, quien se transforma en el candidato para las elecciones presidenciales de la coalición Plataforma Unitaria Democrática.
Es de suponer que el régimen apostó a que González no lograrÃa capitalizar el voto opositor, pero sorprendentemente, lo ha logrado, por la intensidad y tenacidad que le ha imprimido MarÃa Corina Machado a la campaña, muy a pesar que no le permiten subirse a un avión o helicóptero.
Destruyen carreteras para evitar que ella y su equipo lleguen a los eventos para conectar y conversar con la gente, cierran puentes, instalan alcabalas móviles a lo largo de los trayectos que la dirigente recorre y a pesar estos constantes seguimientos, hostigamientos con elementos de los órganos de seguridad y ahora hasta con drones, ella se las ingenia y llega al destino donde está la gente.
Con todo en contra, Machado ha logrado despertar unos niveles de emoción y esperanza para el pueblo venezolano, esperanza que no se veÃa hace muchos años, pero eso no es suficiente, pues el régimen seguirá manipulando el proceso electoral, se requiere que la gran mayorÃa de los venezolanos tenga la misma energÃa y determinación de Machado para lograr un cambio real y retornar a una democracia plena.
Por esa lucha incansable, por sus esfuerzos por unificar a los venezolanos de manera pacÃfica y democrática, bien merecido y vale la pena, postularla al Nobel de la Paz.