Hey-diario-digital
Hey! Diario Digital || Plataforma global de noticias

LOS LOCOS

Heydiariodigital_regalos

Loading

Suelo tener un par de libros de consulta (más o menos) a mano. Se trata de La Biblia y de Niestzche… Ya sé lo que me van a decir: que son antitéticos como mínimo; como también sé lo que van a pensar: que sólo un loco como yo puedo hacer eso, y encima decirlo. Pero es que es así, tal cual. Lo que más enriquece es leer de los opuestos – sin prejuicios, claro – y, a veces, aunque les cueste trabajo creerlo, hasta no solo se complementan, sino que también coinciden… La literatura es paralela a la ley de entropía universal en su funcionamiento, sobre todo en la parte que dice que la masa evoluciona en sus formas hasta desembocar en todas y sus contrarias. No sé, entonces, por qué no puede darse también en el rasgo intelectual, que, a la postre, es la energía más sutil de todas.

El caso es que Nietzsche narra una historia dentro de su dilatada obra, que es muy conocida. Creo recordar que ese fragmento se titula “El Loco”… y cuenta que había un demente, el cual, encendía un farol portátil a plena luz del día, y corría por calles, plazas y mercados, dando voces altas: “¡ busco a Dios, ¿habéis visto a Dios?, ¿sabéis dónde está?”.. Preguntas a las que él mismo se contestaba de forma retórica: “os lo voy a decir: está muerto porque entre todos lo hemos matado. Vosotros y yo, todos, somos su asesino”. A continuación, suelta un grito horrible, cuyo eco aún no se ha extinguido: “¡Dios ha muerto, y nosotros le hemos matado!”… Luego le sigue una larga serie de exhortos indicadores de dónde, el cómo y el por qué.

En realidad es el contrasentido que tiene más sentido, y que viene a dar en el libro más conocido de don Friëderick: “La muerte de Dios”, y que tanta, tantísima gente, lo ha tomado de forma y manera literal, como un catecismo. Es lo más cómodo, pues se le coloca la etiqueta de ateísmo ilustrado al producto, se envasa sin fecha alguna de caducidad, y se lanza al mundo de las ideas… Sin embargo, este afamado filósofo lo que hace es descubrir a Dios a través de su supuesta muerte (que es tan solo que negación) en una muerte inducida y efectuada por nosotros mismos. Es un ensayo en el que los contrarios son sus actores principales.

Porque a Dios no se le puede matar… Se le puede ignorar, esconder, obviar o evitar, pero no matarlo. La muerte de Dios reside en su ignorancia, en su olvido, en su destierro de nosotros; en su presencia, pero no en su esencia, nunca en su potencia, jamás en su existencia… Podemos negarlo, pero no matarlo. Dios se silencia en nosotros cuando lo negamos, es su muerte en nosotros; pero no su muerte en Él mismo. Así que Dios nace, muere y resucita en nosotros continuamente, pero no definitivamente, pues solo en, y desde la eternidad, se puede definir a Dios…

“…Se pregunta el loco, incapaz de dar crédito a aquella eternidad”… y termina con una “¿no es la grandeza de este acto demasiado grande para nosotros?”… Entre ese principio y ese final se juzga el Hombre a sí mismo antes de alcanzar el concepto de Superhombre. Y es que, para el autor, la muerte de Dios está en su carencia, y no en su inexistencia. En pocas palabras, la venida del tal Superhombre niestzchiano supondrá la muerte del dios que conocemos y nos hemos creado por y para nosotros, para así Él mostrarse directamente a través de su propia obra: el Hombre.

Esa, claro, es mi personal interpretación; mi más humilde y burda opinión; la tontería más tonta entre los tontos más tontos. Es lo que y el cómo ustedes quieran. La respuesta al Loco de Friederïch Niestzche, según éste, su otro loco servidor… He querido decir con este escrito, piense lo que piense cada cual, que entre todos anda el juego, que entre todos está la solución al laberinto; que, aislados, podremos atisbar el camino, pero no podemos andarlo en solitario; que hay que andarlo juntos pese a quién pese… como por ejemplo, a mí mismo, que me gusta equivocarme solo y no en compañía.

Sí, es verdad, lo reconozco, pero me declaro “inconfeso”, o lo que sea eso… Lo de socializar y/o empatizar me viene grande: me molesta e incomoda; me queda siempre a trasmano, a la vuelta de no importa qué esquina… soy más dado a rumiar que a mascar. Me lo debería hacer ver, ponerme en manos, o en brazos, del psicoterapeuta de guardia, de lo que igual sacaría buena tajada como profesional el buen hombre, o buena mujer, o eso, al menos, me cuentan. Pero es que, a estas alturas de la procesión, ya me da pereza el devolver el santo a la sacristía, y prefiero seguir llevándolo a cuestas, no sé si me entienden los que me leen.

Que sea más introspectivo que extrovertido tampoco debería ser un gran problema… Para esto mismo de la comunicación están los medios, ¿no?.. Ustedes tan solo vayan siguiéndome, y no tengan reparo en ir pidiéndome, que yo no tengo ningún inconveniente en ir soltándoles… Además, a un Loco se le sigue la pista, pero no hay porqué darle, ni tampoco pedirle, explicaciones… Para eso estamos; ustedes, a mandar.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com

Related Articles