Hey-diario-digital
Hey! Diario Digital || Plataforma global de noticias

La primera mujer presidenta de México

Heydiariodigital_regalos

Loading

A menos de una semana de las elecciones de México, las dos favoritas para ocupar la Presidencia son mujeres: Claudia Sheinbaum (Morena, izquierda) y Xóchitl Gálvez (Fuerza y Corazón por México, de mayoría derechista).

Las de este junio serán quizás las elecciones más importantes —ya que son en las que más cargos se eligen— de la historia democrática de México.

Por primera vez, las dos favoritas para ocupar la Presidencia, la izquierdista Claudia Sheinbaum y la política de centroderecha Xóchitl Gálvez, son mujeres. Por eso, muchos dicen que el futuro político de México “tiene nombre de mujer”.

“Este giro en el imaginario social es algo muy importante: la sola idea de que una mujer gobierne el país es un cambio de paradigma, especialmente porque hay buena aceptación de la población en general”, apunta Ana Elena Contreras, fundadora de la organización feminista Las del Aquelarre.

Este no es un avance cualquiera. En todo el mundo, solo un 6% de países tenían a una mujer como jefe de Estado y apenas un 7% presidiendo un Gobierno, según las cifras de la ONU publicadas en 2021. 

Como sucede en muchas naciones, a pesar de que la mayoría de la población en México son mujeres —64,5 de 126 millones— eso no se traduce en una representación política acorde. Para llegar donde están hoy día, históricamente las mexicanas han tenido que luchar por sus derechos políticos y electorales —para ser candidatas a puestos en la Administración pública o incluso para votar—.

Actualmente, nueve de los 32 estados mexicanos cuentan con una mujer al frente como gobernadora. Este 2 de junio se renovarán las gobernaciones de otros nueve estados —Ciudad de México, Yucatán, Chiapas, Jalisco, Guanajuato, Morelos, Puebla, Tabasco y Veracruz— y, según los lineamientos de paridad de género del Instituto Nacional Electoral (INE), al menos cinco mujeres deberán postularse para el cargo.

Mujer presidenta pero no feminista

Son muchas las políticas conservadoras, de derecha y de extrema derecha en el mundo que se posicionan en contra de los derechos de las mujeres. Puede parecer una contradicción, pero responde a los sistemas sociales basados en estructuras machistas. Por ejemplo, múltiples mujeres están en contra del derecho a decidir y el acceso al aborto o que no reconocen la existencia de la violencia de género.

Si bien las candidatas de México sí han planteado una agenda de género, ninguna de ellas destaca por su perfil feminista. Según múltiples politólogos y expertos, ninguna de las favoritas ha llegado a ser candidatas por ser mujeres —o basar su campaña política en la defensa de sus derechos— sino por la corriente política que representan: Sheinbaum encarna el continuismo del gobierno de AMLO y del partido Morena —del que fue fundadora—; y Gálvez es todo lo contrario, ella es la oposición al oficialismo y la promesa de cambio.

“Aunque no sea feminista, que una mujer sea la que esté al frente de la toma de decisiones será un punto de inflexión para nuestro país y para nosotras. Es un hecho histórico y digno de celebración”, sostiene Cervantes.

Ambas aspirantes a la Presidencia son muy conscientes de la importancia de tener una agenda de género potente de cara a las elecciones y es que, aunque no sea su bandera, sí es un factor diferencial.

Sheinbaum ha prometido reformar la ley para que, en todos los casos, las muertes violentas de mujeres sean investigadas como tentativas de feminicidio. También asegura que desarrollará entidades departamentales especializadas en la lucha contra este tipo de violencia, una de las medidas que la Administración de AMLO ya ha desarrollado. 

Gálvez, por su parte, también ha prometido medidas feministas. La política de centroderecha ha propuesto crear un fondo nacional de atención a víctimas, que se centre tanto en las víctimas de violencia de género como en las hijas e hijos de las asesinadas o desaparecidas. 

“Soy una mujer como muchas mujeres que sufrió violencia de niña y me queda claro que debe haber cero impunidad para los violentadores”, apuntó Gálvez en uno de sus actos de campaña. 

Más allá de la violencia que enfrentan las mujeres, ambas candidatas buscan impulsar otras políticas basadas en el género. Por ejemplo, abogan por apoyar económicamente a las madres trabajadoras y cabeza de familia, así como reconocer los cuidados y las tareas de casa, un tipo de trabajo no remunerado.

Entre estas medidas, Sheinbaum ha prometido ayudar a las mujeres de entre 60 y 64 a pensionarse, aunque su vida laboral no les alcance, una realidad que afecta a muchas mexicanas, justamente por haber dedicado sus vidas a trabajos no remunerados —de cuidado, del hogar o simplemente informales—.

No obstante, ninguna ha hecho referencia al derecho al aborto, que aún no ha sido regulado en 21 estados mexicanos. Algo que también ha molestado a muchas mexicanas.

Múltiples feministas creen que ser mujer no es suficiente y que se debe luchar por las causas feministas. Y es que, más allá del avance que supone que una mujer gobierne, se necesita una política pública articulada para poder registrar cambios reales y duraderos en materia de género. Precisamente, es este punto el que más críticas ha recibido: por el momento, hay promesas sobre la mesa, pero no hay ningún plan de acción.

El tema de los feminicidios es, justamente, uno de los que más preocupa a las mujeres en México.

Lo que sigue ocurriendo en México es que, para muchas, si su caso no logró colarse en los titulares mediáticos, no suele ser escuchado ni resuelto.

En México no se puede hablar de feminismo ni la de la situación de las mujeres sin mencionar la cantidad de feminicidios. 

En 2023, más de 3.000 mujeres fueron asesinadas por cuestiones de género. Mientras que este año al menos 410 ya han sido asesinadas, según los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Muchas eran menores de edad. 

“Las mujeres queremos que las autoridades atiendan a la violencia de género de manera integral y permanente, que prevengan que nos maten, escuchando a las poblaciones más afectadas y sin recurrir al autoritarismo ni al populismo punitivo”, sentencia Lisa Sánchez, politóloga y directora general de la organización defensora de DD. HH. México Unido Contra la Delincuencia (MUCD). 

Related Articles