By Amenhotep Planas Raga / CNP 7525
Los blancos atacados corresponden a lugares desde donde lanzan ataques al Líbano y Siria.
La milicia chií Hezbolá aseguró que está preparada para un conflicto abierto con Israel, con el fin de poner fin al genocidio sionista en Gaza.
El Movimiento de la Resistencia Islámica libanés bombardeó el pasado viernes la principal base de inteligencia aérea en Merón, el norte de los territorios palestinos ocupados.
Mediante un comunicado, el grupo chií informó que el ataque tuvo como objetivo el “equipamiento de espionaje de la Unidad de Vigilancia Aérea y de Gestión de Operaciones”.
Según Hezbolá, Merón es responsable de coordinar las operaciones aéreas contra Líbano, Siria y otros países vecinos.
Asimismo, aseguró que se logró un impacto directo que destruyó la infraestructura.
En ese sentido, el presidente del partido sionista Israel Beitnou, Avigdor Lieberman, aseveró que “Israel ya ha perdido el norte”.
Hezbolá también reivindicó otro ataque contra un puesto militar israelí en el norte de los territorios ocupados.
En tanto, las fuerzas de ocupación israelíes atacaron el pasado viernes varias localidades en el sur de Líbano, entre ellas Aita al Jabal y Tayr Harfa, donde fueron asesinadas cinco personas, entre ellas un niño.
El Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Salud Pública libanés informó que, en otra de las agresiones, un avión no tripulado israelí mató a dos civiles en Aita al Jabal, mientras, en otro ataque, tres personas fueron asesinadas.
La frontera entre Líbano e Israel es escenario de una escalada desde el 7 de octubre pasado con el despliegue de la Operación Diluvio de Al Aqsa, por la resistencia palestina, y de enfrentamientos entre los ocupantes israelíes y el movimiento palestino Hamás en la Franja de Gaza.
