En 1980en una antigua mina de estaño, ubicada en Greenbushes, Australia Occidental se encontró litio (llamado también oro blanco), considerado entonces una rareza geológica. El litio es en realidad un mineral muy común.

Décadas mas tarde, cuando se debate sobre el cambio climático y se comenzó a hablar de reemplazar los automóviles de gasolina con vehículos eléctricos, las reservas en Greenbushes la convirtieron en la mina de litio mas grande del mundo.
La Agencia Internacional de Energía pronosticó para 2030 unos 125 millones vehículos eléctricos y para 2040 espera que la demanda de litio crezca más de 40 veces los niveles actuales si el mundo debe cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.
Si bien Greenbushes es la mina de litio más grande de Australia, hay otras minas en Australia Occidental. Su producción combinada permite a Australia suministrar aproximadamente la mitad del litio del mundo.
En los próximos años esto puede cambiar a medida que los países del llamado «triángulo del litio» de América del Sur (Chile, Argentina y Bolivia), aumenten su producción. Y es que aquí están las mayores reservas mundiales de litio.
Chile posee casi el 10% de las reservas mundiales, mientras que Bolivia posee el 24% y Argentina el 21%, aunque ninguno contribuye aún de manera significativa a la producción mundial.
El mundo tiene dos opciones diferentes para obtener litio: de roca dura, como en Australia, o de agua subterránea rica en sal como en Sudamérica.
Estos tres países comenzaron hace más de una década a buscar la forma de explotar esas reservas. Peropara llegar desde la extracción del litio hasta la fabricación de una batería para autos, el camino es largo.
Estos son algunos de los desafíos que enfrentan los países sudamericanos para entrar en la disputada carrera por fabricar baterías.
1. Alta especialización
La fabricación de baterías requiere de un alto nivel de especialización tecnológica. Hay una larga cadena de producción donde el litio es apenas una parte. Luego de la extracción del metal, el paso siguiente es su procesamiento para obtener carbonato o hidróxido de litio.
En esta fase están los productores sudamericanos, trabajando en plantas con capitales extranjeros, que procesan el metal después de extraerlo. De ahí en adelante la cadena de producción se pone cuesta arriba. La siguiente meta es producir cátodos, luego celdas y al final del camino, baterías.
Por eso, los países que fabrican baterías han impulsado una industria química y de ensamblaje que requiere un avanzado desarrollo tecnológico.
Y aunque el mercado mundial también necesita baterías para celulares, computadores o para la red eléctrica, el gran negocio es la fabricación de baterías para autos. De hecho, las proyecciones apuntan a que el 90% de las baterías en la próxima década serán destinadas a la industria automotriz.
Este negocio de las baterías está dominado por China, que concentra el 70% de la producción y una parte mayor del mercado, si consideramos que detrás de fabricantes estadounidenses y europeos hay capitales chinos.
2. El factor geográfico
No tiene mucho sentido pensar que los países sudamericanos serán exportadores de baterías para autos eléctricos, ya que están lejos de los grandes centros de fabricación de autos. Probablemente su mejor opción sea exportar la materia prima.
Las baterías no se pueden exportar por avión, requieren un largo trayecto en barco hacia donde están los fabricantes de autos. Además, tienen un peso que encarece el costo del traslado.
También, los grandes fabricantes de baterías y automóviles eléctricos no quieren correr riesgos de instalar una fábrica en donde no esté garantizada la estabilidad y seguridad jurídica.
3. Competencia por los incentivos
Las fábricas de baterías eléctricas están principalmente en Asia, Estados Unidos y Europa.
Hay países como Polonia o Hungría que han ofrecido grandes incentivos, como la exoneración del pago de impuestos o el financiamiento a parte de los proyectos.
Si los incentivos son los correctos, las fábricas se instalarán donde sea económica y geopolíticamente viable.
¿Qué están haciendo estos países?
Chile llegó a un acuerdo con las dos principales mineras de litio que operan en el país, para que una parte de su producción se venda a precio preferenciales a empresas que se instalen en Chile para fabricar partes de baterías eléctricas, y llegar así a fabricar cátodos para las baterías eléctricas.
Argentina quiere ser un proveedor estratégico de los químicos del litio y tiene dos plantas funcionando (con capital australiano y estadounidense) y dos en construcción. Ya comenzaron la construcción de una planta para fabricar baterías.
Bolivia tiene las mayores reservas de litio del mundo, con 21 millones de toneladas métricas. Este país llegó a un acuerdo con una empresa alemana para fabricar baterías de litio. Actualmente están fabricando baterías que se instalan en viviendas campesinas que no cuentan con red eléctrica. También producen baterías para bicicletas. Tienen una planta de potasio de litio y están construyendo una planta para producir carbonato.
En cuanto a los impactos ambientales en la extracción de litio, bien sea en roca dura o de salares, son diferentes.
Si se trata de minería en roca dura, el impacto ambiental es prácticamente el mismo que en cualquier otra operación minera. La minería del litio a cielo abierto en Australia deja cicatrices en el paisaje, a menudo dentro de ecosistemas que ya están bajo presión.

El polvo de estas operaciones mineras puede contaminar los ríos o llegar hacia ciudades donde la gente puede inhalarlo. Las lluvias pueden arrastrar el mineral a los ríos cercanos o hacer que se filtren en las aguas subterráneas.
Algunas estimaciones sugieren que la minería de litio en roca dura será responsable de 10 millones de toneladas de emisiones de CO2 para 2030.
La salmuera es radicalmente diferente. En Sudamérica, básicamente el litio se encuentra al fondo de lagos salados y sacarlo requiere bombear salmuera desde debajo del fondo del lago a un pozo y luego esperar a que el agua se evapore al sol hasta que las concentraciones de litio alcancen las 6.000 partes por millón. Este proceso requiere aproximadamente 1,9 millones de litros de agua para producir una tonelada de litio.
A ello se suman los reclamos de organizaciones ambientales y comunidades indígenas que señalan que se ponen en peligro los ecosistemas, y demandan mayor protección de los salares y recursos hídricos de las zonas donde se extrae el litio.
Esta minería del litio utiliza gran cantidad de agua dulce. Para producir una tonelada de carbonato de litio -dependiendo de la instalación- se evapora aproximadamente medio millón de litros de salmuera y se usan 30.000 litros de agua dulce.
Además, cuando la salmuera se bombea desde debajo del salar, el agua dulce de los laterales de la cuenca llena el espacio dejado por la salmuera extraída, por lo que queda menos agua para cultivos, animales y personas.
A medida que las baterías de los vehículos eléctricos lleguen al fin de su vida útil será un gran problema de desperdicio de baterías.
Palabras clave: extracción de litio, triángulo del litio