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El ser humano destruye el planeta

El ser humano usa su capacidad destructiva en detrimento de su bienestar y el del resto de los seres vivos.
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El ser humano usa su capacidad destructiva en detrimento de su bienestar y el del resto de los seres vivos. Porque si hay algo que está claro es que somos los peores vecinos del planeta que pueden existir.

Contaminación ambiental

La contaminación del aire es una triste realidad. Hay ciudades en las cuales es casi imposible respirar aire puro. Y en las que por culpa del smog que flota en el ambiente, sus habitantes no saben lo que es un cielo despejado.

La gente sufre enfermedades respiratorias, asma crónica y alergias, debido a la cantidad de partículas que están suspendidas en el aire y a los gases contaminantes emitidos por las industrias y los automóviles. Hay sitios donde es impensable salir a la calle sin un tapabocas o colgar una prenda en el balcón para que se seque, porque en pocos minutos se ennegrece.

Basura en todos lados

La desidia del ser humano no tiene límites a la hora de deshacerse de la basura que él mismo genera al consumir. Pero este no es un mal que se limite a las ciudades, ya que en la cima del mundo, el Monte Everest, los escaladores han dejado una muestra patente de la falta de consideración generalizada y el desinterés por el cuidado del ambiente.

Es tanta la basura acumulada en las diversas etapas del ascenso a la montaña más alta del mundo, que las autoridades han tenido que tomar medidas extremas, y obligan a los escaladores que al bajar traigan al menos 8 kilos de desechos (suyos y ajenos), con el fin de “limpiar” este increíble y casi inaccesible lugar.

Ríos de plástico

No uno ni dos ni tres ríos del mundo tienen su superficie cubierta de plásticos y desechos, sino que son cientos las corrientes de agua que para poder ser navegadas se rema entre basuras de la más diversa índole.

En estos lugares es imposible usar otra cosa que no sean botes o barcas a tracción humana, porque las hélices de los motores no duran. La fauna y la flora se ha perdido y la gente sobrevive seleccionando de los que flota, lo que pueda reutilizar o vender.

Aguas contaminadas

El nivel de contaminación que sufren las aguas de nuestro planeta, en especial las fuentes de agua dulce, es tan dramático que los elementos tóxicos han llegado a las capas freáticas más profundas. Esto implica que los vertidos (legales e ilegales) industriales, los restos de pesticidas y hasta los desechos cloacales, penetran en la tierra.

Vertidos de petróleo

Los grandes accidentes, como el del Prestige, el del Exxon Valdez o la explosión de la plataforma de la BP en el Golfo de México, son situaciones puntuales que causan un daño al ambiente de grandes dimensiones y con graves consecuencias.

Cada día, en cada puerto del mundo donde existe trasiego de petróleo entre los barcos que lo transportan y los depósitos donde se almacenan, hay pérdidas ingentes de este combustible fósil, que sumados dan cifras escalofriantes, a veces similares a las de los vertidos de los accidentes mencionados.

Eutrofización

Los desechos que se depositan en las aguas contienen elementos que las plantas acuáticas y las algas usan como nutrientes, de esta manera crecen de forma desmedida y provocan estragos en el ambiente de las costas, haciendo cada vez más difícil la supervivencia de los lugareños que dependen de la pesca o de la piscicultura artesanal.

Este fenómeno llamado eutrofización tiene otras consecuencias nefastas, ya que cada planta que muere se deposita en el fondo dónde al descomponerse genera metano, que contribuye a envenenar más las aguas y a romper el equilibrio de los ecosistemas.

Desecado de humedales

En muchos lugares del planeta, los humedales naturales han sido drenados con el fin de conseguir tierras de cultivo para alimentar a una población creciente, sin preocuparse de las consecuencias que ello tiene sobre la naturaleza y el ambiente.

Deforestación

No solo en el Amazonas, que se considera el “pulmón del planeta”, se produce una deforestación indiscriminada y agresiva, sino en muchos otros sitios del mundo.

Allí donde hay árboles, el ser humano únicamente ve la posibilidad de talarlos y vender la madera y luego usar las tierras para cultivos.

Basura electrónica

El afán de tener el mejor móvil, la Tablet de última generación o el ordenador más rápido, genera una ingente cantidad de basura electrónica que es muy difícil de reciclar o destruir y que genera un alto nivel de contaminación del ambiente.

Los países desarrollados venden esos desechos a países emergentes. Ciudades como Guiyu en China, el barrio de Agbogbloshie en la capital ghanesa de Acra y Lagos, la capital de Nigeria (por nombrar algunas), se han convertido en verdaderos basurales electrónicos.

Guerras

Los daños ambientales ocasionados por las guerras no suelen ser tenidos en cuenta, pero cuando las guerras acaban, la paz para los habitantes del lugar viene acompañada de aguas tóxicas, bombas sin explotar, tierras de cultivo envenenadas y destruidas y cientos de secuelas más.

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