El Rey del Timbal cumple cien años

El Rey del Timbal  cumple cien años

por: José Aguirregomezcorta Gragirena

@joseba1962

Nacido en el Spanish Harlem en New York tal día como hoy 20 de abril de 1923 – hace un Siglo exactamente -, Humberto Antonio Puente es quizás el más importante prócer de la historia del Caribe. De padres inmigrantes puertorriqueños, inició sus estudios musicales de piano a los 7 años de edad y a los 10 comenzó a sonar los prensados cueros de una batería, imitando a Gene Krupa para entonces el baterista de la banda de Benny Goodman, el formidable Rey del Swing.

Como profesional se aleccionó a la muy precoz edad de 14 años en la banda del Noro Morales, poco después toco con Francisco Grillo «Machito» para seguidamente intervenir en el frente europeo en la 2° Guerra Mundial, de donde regresó con varias condecoraciones al intervenir en 9 batallas y salir herido en la última de ellas con lo cual le dieron de baja.

Al instante de redactar estas líneas, vinieron a mi memoria muchas de las imágenes que viví en los bastantes conciertos que le vi en vida. Le recuerdo en especial cuando en 1980, bajo la cúpula del Poliedro, se le brindó un homenaje póstumo al Bárbaro del Ritmo Beny Moré. Al lado de Tito Puente estuvieron Oscar D’León, Ray Barretto, Ismael Miranda, Ismael Quintana, Héctor Lavoe, Héctor Casanova, Adalberto Santiago, Frankie Figueroa y Celia Cruz. Está en el top 3 de los conciertos que he asistido.

Al final del festival y después de una larguísima versión del tema «Trátame Como Soy» en la que todos los cantantes improvisaron a más no poder, se encerró en medio de cuatro timbales, uno más grande que el otro, y descargó sobre los ocho cueros con una virtuosísima calidad, una vertiginosa velocidad, con una armonía inigualable, expresando una versatilidad jamás vista en otra persona, y sobre todo, con su inimitado y nunca igualado baqueteo. El estruendo al finalizar su clase magistral sobre las pailas fue apoteósico y ensordecedor y duró cerca de 10 minutos.

Hasta que Tito estuvo en la banda de Machito (1941), los timbaleros interpretaban su instrumento sentado, colocado de forma casi clandestina detrás de los integrantes de la orquesta. Por sugerencia del futuro Maestro, Machito lo ubicó parado, en el centro de la banda, situación que ha permanecido hasta nuestros días.

Asimismo, Tito modificó el estilo de instrumentación del timbal, en la afinación, en los repiques, redobles, en el uso de los platillos para marcar los diferentes momentos del mambo y la moña. Transformó a la vez, el uso de las pailas, pasándolas de ser un sonoro tambor usado casi con exclusividad en las orquestas danzoneras, a florecer la plataforma, como conector, entre la sección rítmica y la armónica de los conjuntos.

De igual manera, cambió la usanza de las campanas en lo referente a sus golpes y repiqueteos. Hasta su consagración, las mismas eran eventualmente esgrimidas con el timbal, siendo empleados únicamente las costillas del instrumento y por supuesto  los cueros.

Le dio a los arreglos la dulzura tonal necesaria para agradar a los oídos sin por ello, repercutir negativamente en la potencia del ritmo, la agresividad del sonido, la libertad interpretativa de los solos, los compases precisos para cada Chord y la necesaria autonomía para la improvisación de los músicos.

Su primera orquesta fue The Picadilly Boys, la cual nombró de esa manera hasta el día que se presentó en el Palladium en un mano a mano con Tito Rodríguez y su antiguo jefe Machito. Paralelamente estudia música en la muy prestigiosa Julliard Music School of New York City, de donde se gradúa con los máximos honores.

En 1949, reorganizó su banda incluyendo tres trompetas, tres trombones, cuatro saxofones y la sección rítmica completa, iniciando sus grabaciones para Tico Records, compañía líderizada por Pancho Cristal, uno de los primeros productores de música latina bailable en la Babel de Hierro.

De igual manera, empezó a realizar trabajos en el campo del Jazz con Lionel Hampton, Dizzy Gillespie y Woody Hermann entre varios, coadyuvando a la creación, crecimiento y expansión del Latinjazz, el cual, según sus propias palabras es: «Mi definición de Latinjazz es la música de Jazz combinada con nuestros ritmos latinos.

 Es un matrimonio de ambas músicas, la moderna concepción de las armonías y los aspectos melódicos del Jazz, combinados con nuestros instrumentos de percusión latina, nuestros instrumentos culturales. Esto refleja la estrecha relación de las raíces musicales de las dos expresiones. Pienso que la creación es excitante, esa combinación es única en la tradición Jazzística». (Traducido de El Rey’s Mambo-ology: An interview with Tito Puente. Interviewed by Peter Kohan. 1.999)

Por su orquesta desfilaron lo más granado del mundo musical: Sonny Bravo, Paquito D’Rivera, Arturo Sandoval, Eddie Palmieri, Charlie Palmieri, David Valentín, Lionel Hampton, Maynard Ferguson, Mitchs Froman, Ray Santos, Giovanni Hidalgo, Mario Rivera, Mongo Santamaría, Willie Bobo, Cándido Camero, Phil Woods, George Shearing, James Moody … y centenares más que, después de su pasantía por la “universidad” que era su orquesta se transformaron todos en auténticos líderes virtuosos con sus respectivas bandas.

Además, todos los probos del timbal que continúan su senda marcada, le deben toda su habilidad, destreza, capacidad y conocimiento a El Maestro; ya que fue él el primer percusionista latino que estudió música, hasta adquirir el Grado de Doctor, título obtenido con elevados niveles de calidad en la Universidad de Yale. Este hecho, abrió el camino de personas como Louie Ramírez, Jimmy Delgado, Nicolás “Nicky” Marrero, Manuel “Manny” Oquendo.

En el campo de las grabaciones alcanzó la inaudita cifra de 128 discos, en las que intervinieron cantantes como Celia Cruz, Cheo Feliciano, Oscar D’León, José Alberto “El Canario”, Vicentico Valdez, La Lupe, Ismael Miranda, Ismael Quintana, Héctor Lavoe, Luigi Texidor, Santos Colón, Miguel ‘Meñique’ Barcasnegras, Pete “El Conde” Rodríguez, Gilberto Monroig, Sophy, Myrta Silva, Manny Roman entre muchísimos otros, cuya lista sería inapropiada escribirla completa por lo extensa.

En el año 1992 formó un Ensamble que denominó Tito Puente and His Latinjazz All Stars, el cual estaba conformado por Hilton Ruiz en el piano, Andy González en el bajo, Ignacio Berroa en la batería, Mongo Santamaría y Giovanni “Mañenguito” Hidalgo en las congas, David Valentín en la flauta, Claudio Roditi y Charlie Sepúlveda en las trompetas y Paquito D’Rivera y Mario Rivera en los saxos alto y barítono; además de la magia de Ernesto Antonio Puente en los timbales, la dirección y los arreglos.

 Esta banda estremeció el ambiente Jazzístico newyorkino, en un concierto dado en el emblemático Carnegie Hall el 27 de abril del citado año y quince después en el Playboy Jazz Festival de California. Recomiendo sin titubeos ni dudas ambas grabaciones.

Ganador de varios premios Grammy, con los discos: Homenaje a Beny More, On Broadway, Mambo Diablo, Goza mi timbal y Mambo Birdland, éste último recibido en la postrera ceremonia, después de más de 50 años de vida artística. Este hecho acaecido en 1.997, fue celebrado con una espectacular recopilación llamada 50 Years of Swing, en donde se recogen verdaderas joyas musicales, incluyendo una de las pocas grabaciones que existen de Tito Puente y Tito Rodríguez tocando y cantando en la misma orquesta.

El día 1° de junio de 2000 transcurría como una fecha cualquiera: tránsito pesado en todas las calles de Caracas, las discusiones interminables de un fallido intento de elecciones, la infaltable tertulia de fútbol con unas amistades argentinas, acompañada de cafés, el a veces fastidioso trabajo. Todo muy normal hasta que el celular sonó trayendo una insospechada noticia: «José Antonio, se murió Tito Puente». Me quedé mudo.

Era ya conocido el problema cardiaco sufrido en Puerto Rico unas semanas antes después de brindar dos conciertos seguidos (el mismo día) y de iniciado el tercero. Éste fue suspendido por comenzarle su mencionada dolencia. ¡Tres conciertos el mismo día con 77 años de edad! Ese día se nos fue otro de los grandes, quizás El Más Grande de todos. Seguramente se habrá reunido con todos los magnánimos rumberos ya fallecidos, y en medio de la fantasía y dejando volar la imaginación, indudablemente que dirigirá la orquesta del cielo, una Heaven All Stars Big Band, en donde el bajista y compositor cubano Ignacio Pineiro le estará diciendo al conguero Chano Pozo que afine bien los cueros con sus velas, mientras el bongosero José Mangual Sr. esperará las notas que le dictará el gran pianista Lino Frías de la legendaria Sonora Matancera.

 Por otro lado, los trompetistas Roberto Rodríguez y Hernán Vivar, están leyendo un arreglo de Dámaso Pérez Prado, quien discute sobre armonías con el trombonista Barry Rodgers. Charlie Parker y Dizzy Gillespie aguardan el momento del Jamming para soplar sus instrumentos.

Entretanto, el otrora inventor del Cha cha chá Enrique Jorrín afina su violín con el director de la Orquesta Aragón Rafael Lay, que olvidó otra vez donde colocó el suyo. Beny Moré, conversa animadamente con Ismael Rivera, mientras que Héctor Lavoe apenas se esta vistiendo, burlándose de Tito Rodríguez quién le reclama que de nuevo va a llegar tarde. De pronto, se hace un silencio que es roto por un gran, gran, gran aplauso.

 Tito Puente llega, lo recibe Machito, quién le coloca enfrente de la orquesta, en medio de ella y, tras la llegada del Señor, sonó una fanfarria y los acordes de Manteca explotaron en el Cielo.

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