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El panorama urbano influye en el desarrollo sostenible

El panorama urbano influye en el desarrollo sostenible ya que es el resultado de la competencia global entre desarrolladores y arquitectos
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El panorama urbano influye en el desarrollo sostenible ya que es el resultado de la competencia global entre desarrolladores y arquitectos que luchan por superar a los demás en los ámbitos del diseño y la construcción para dar a su ciudad un cierto estatus estético, ingenieril y económico.

Pero ¿qué tan altos y densos son realmente estos perfiles urbanos en comparación con otros en todo el mundo? ¿Otras ciudades son solo versiones pequeñas de estos fascinantes panoramas urbanos, o adoptan estrategias distintas cuando construyen edificios en altura? ¿Los panoramas urbanos de las economías en desarrollo se diferencian de los del mundo desarrollado?

Cuando se piensa en los panoramas urbanos de todo el mundo, vienen a la mente los impresionantes edificios de Nueva York, Hong Kong y Dubái.

Estas ciudades atraen a multitudes de turistas ansiosos por visitar edificios emblemáticos que tienen observatorios a cientos de metros del suelo.

El panorama urbano

Una mayor cantidad de rascacielos, o desarrollo vertical, puede indicar un desarrollo urbano compacto, que a su vez se correlaciona con menores emisiones de CO2 y de material particulado fino (conocido como PM2,5 por su diámetro menor a 2,5 micrones) que penetran profundamente en los pulmones, con graves consecuencias para la salud.

Esto se debe a que los residentes de las ciudades más compactas tienden a depender menos de los automóviles para desplazarse, y ello reduce las emisiones. Además, las ciudades más compactas consumen menos tierras agrícolas en su periferia, que a menudo son las zonas más fértiles y, por lo tanto, constituyen la principal fuente de frutas y hortalizas frescas importantes para muchas ciudades.

Si el perfil de una ciudad es alto debido a espectaculares condominios de lujo o edificios residenciales de gran altura menos lujosos desde el punto de vista arquitectónico dirigidos a la clase media tiene consecuencias obvias en la inclusión del desarrollo urbano. Al mismo tiempo, no obstante, un panorama urbano más espectacular puede atraer turistas a una ciudad, ayudando a impulsar la economía local y a crear empleos para los trabajadores poco calificados, y tener posibles beneficios en materia de reducción de la pobreza. Por lo tanto, el panorama urbano de una ciudad tiene importantes consecuencias potenciales tanto en la sostenibilidad como en la inclusión, y no solo en cuán impresionante resulta a la vista. 

Desarrollo Sostenible

Los lugares ricos y densamente poblados como Nueva York, Hong Kong y Dubái normalmente tienen más rascacielos. Sin embargo, se quería identificar ciudades donde aún se construyen edificios en altura después de controlar, o mantener constantes, las condiciones clave de la demanda y la oferta que impulsan la construcción de edificios altos y el desarrollo económico en general.

Por ello, en un documento publicado recientemente se elaboró un “índice del panorama urbano”. A partir de datos mundiales sobre la ubicación de todos los edificios que superan los 55 metros de altura, este índice mide el “volumen de construcción de rascacielos” de una ciudad, es decir, cuánto se construye en relación con otras ciudades.

Tras procesar los datos, se observó que las regiones de todo el mundo que ocupan los primeros lugares en el índice del panorama urbano no son las que se podría suponer si se anticipa una correlación entre la riqueza y la altura. América del Sur, Europa oriental y Asia sudoriental ocupan los primeros puestos según su nivel de desarrollo económico.

En Asia, Asia oriental y Asia occidental (que incluye las naciones del Golfo) están más abajo en la clasificación. Por lo tanto, Asia sudoriental “construye demasiado” en relación con las demás regiones, dados sus niveles de ingresos y población. África oriental y África meridional ocupan quizás inesperadamente altos puestos en la clasificación ya que África no se considera habitualmente una región con una alta construcción de edificios de muchos pisos.

Entre las regiones más desarrolladas, no es sorprendente que Europa occidental, centrada en los apartamentos, registre una mejor clasificación que América del Norte, donde la mayoría de los suburbios se encuentran en expansión.

En términos más generales, las regiones mejor clasificadas compensan en volumen de pisos lo que les falta en “ostentación” de rascacielos. La mayoría de los panoramas urbanos son, por lo tanto, menos llamativos y más prácticos, y se construyen para servir como residencia de la clase media en lugar de las corporaciones globales o las élites. 

Deconstruir el índice del panorama urbano

Para indagar en las diferencias regionales, se clasificaron las ciudades según su construcción relativa de rascacielos (más de 100 metros) versus edificios de gran altura (entre 55 y 99 metros); edificios residenciales versus edificios comerciales; edificios en ciudades grandes versus edificios en ciudades pequeñas, y construcciones en el centro de una ciudad versus construcciones en la periferia.

Sobre la base de este análisis, se definieron cuatro tipos de panoramas urbanos:

  • Distritos centrales orientados al capital: en estas regiones se tiende a tener rascacielos para oficinas o condominios de lujo en el centro de la ciudad.
  • Distritos periféricos orientados al capital: en estas regiones se tiende a construir oficinas en zonas periféricas o suburbanas.
  • Distritos periféricos orientados a la población: en estas regiones se tiende a construir edificios de gran altura residenciales en vecindarios suburbanos.
  • Distritos centrales orientados a la población: en estas regiones se tiende a edificios de gran altura residenciales en zonas centrales.

Una tercera razón podrían ser las preferencias sociales. En algunas regiones, vivir en apartamentos de gran altura confiere un mayor estatus social, en tanto que en otros lugares, la norma es vivir en casas unifamiliares independientes. Además, en ciertos países, las clases media y alta prefieren vivir en el centro de la ciudad cerca de donde hay más actividad, mientras que en otros, optan por la tranquilidad de los suburbios. Las diferencias en las percepciones y las realidades de la seguridad de vivir en un apartamento de gran altura frente a una casa unifamiliar en diferentes regiones también desempeña un papel importante.

Los autores de esta investigación son: Remi Jedwab, profesor asociado de Economía y Asuntos Internacionales, Universidad George Washington y, Jason Barr, profesor de Economía, Universidad de Rutgers (Newark).

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