El afrofuturismo invade los espacios en los Estados Unidos destacándose en programas de museos en todo el país.
Inspira a estrellas del pop como Beyoncé y anima a revisitar a autoras de ciencia ficción afroamericanas.
Hasta tiene su propia película de éxito, las dos entregas de la fantasía “Black Panther”.
Ambas sirvieron como caballo de Troya para introducir en el discurso cultural mainstream este término.
El diccionario Merriam-Webster define el Afrofuturismo como “un movimiento que utiliza el marco de la ciencia ficción y la fantasía”.
Afirma que de esta manera reimagina la historia de la diáspora africana y presentar una visión de un futuro avanzado y esperanzador para las personas negras.
El pasado, el presente y el futuro se citan en el título de la exhibición “Afrofuturismo: Una historia de futuros negros”.
La exhibición se encuentra en el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana (NMAAHC) en Washington, D.C.
Esta exhibición se une a otras dos. Por ejemplo, una en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
Alli la exhibición es un espacio permanente que imagina una habitación del siglo XIX a través de la lente de un examen del racismo en la actualidad.
La otra es el monumento inspirado en la época faraónica de la artista Lauren Halsey, que está instalado en el techo del edificio de Central Park.
Más allá
Hay una exhibición semi-permanente, co-curada por Kevin M. Strait, en el Smithsonian en Washington
“El Afrofuturismo es una estética. Es parte de un movimiento cultural. Es un género multimedia”, precisó.
Asegura que todo se centra en lograr futuros empoderados y espacios liberados para los afroamericanos.
Es una forma en que los afroamericanos han interactuado con el pasado y el presente para pensar en el futuro.
La gente busca el Afrofuturismo como una forma de negociar los términos y la complejidad de la condición actual de la negritud en Estados Unidos.
Por otra parte, la obra pictórica del maestro Alexis de la Sierra nos transporta en un viaje majestuoso, induciéndonos a entrar en su vuelo interno metafórico para salir renovado.
