El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, ha explicado que «es una idea que vale la pena explorar» y que equivale a una solución «temporal, localizada y específica en el campo de batalla para que la asistencia humanitaria llegue a las personas que lo necesitan».
Sus declaraciones se producen después de que los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete hayan acordado este mismo jueves pedir «pausas y corredores humanitarios» a Israel y Hamás, así como apoyar la celebración de una conferencia de paz «pronto», como reclamaba el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
La necesidad de decantarse por el alto el fuego o una pausa humanitaria ha dividido a la comunidad internacional, con países en contra de la primera opción, como Estados Unidos y Reino Unido, y otros que apoyan el cese de las hostilidades, fundamentalmente los países árabes.
El manual de la ONU sobre mediación describe que «no existe una definición única y universalmente aceptada» con respecto a lo que es un alto el fuego, si bien normalmente incluye «un acuerdo formal y escrito» en el que se expone su objetivo, se define su área geográfica de aplicación así como la fecha de entrada en vigor y su duración. Además, suele recoger «las actividades militares y no militares permitidas y prohibidas» y también cómo se va a monitorizar y verificar su cumplimiento.