“Les puedo prometer que todavía no han visto nada”, dijo en su discurso del estado de Florida ante el Congreso estatal.
Así dio inicio a una sesión legislativa de 60 días, en que la mayoría que ostentan los republicanos en las dos cámaras debatirá un centenar de iniciativas lideradas por el gobernador.
En esta lista interminable de propuestas, destacan la ampliación del derecho a llevar armas, la limitación —aún más— del debate LGTBI en las aulas, los ataques a la libertad de prensa y la ampliación de las restricciones al derecho al aborto.
Para el gobernador de Florida, Ron DeSantis, las leyes que está impulsando desde su tribuna estatal serán la mejor carta de presentación de su propuesta para el país: “Make America Florida”.
El congreso de Florida, dominado por los republicanos, se dispone a aprobar un centenar de leyes promovidas por quien puede disputar las primarias a Trump y que incluyen el permiso para llevar armas sin licencia, la limitación del debate en las aulas, ataques a la libertad de prensa y mayores restricciones al aborto.
Después de prohibir el aborto y la participación de personas trans en acontecimientos deportivos en los institutos y universidades, de deportar inmigrantes con autobuses hacia ciudades gobernadas por demócratas y de criminalizar por ley las protestas pacíficas, entre otras controvertidas medidas, ahora Florida se dispone a ir un paso más allá en la agenda radical de DeSantis.
El poder legislativo estatal, que hasta ahora ha actuado con total servilismo hacia el líder ultraconservador, se dispone a aprobar leyes que se relacionan directamente con la centenaria Constitución, concretamente con la primera y segunda enmienda, y que probablemente acabarán siendo recurridas en los tribunales.
Armas sin licencia
La ley de Seguridad Pública regularizará llevar armas ocultas sin licencia a todo aquel ciudadano de Florida que no tenga antecedentes relacionados con delitos graves o con el abuso de sustancias.
En la actualidad, el estado exige una licencia de armas que puede obtener quien se haya sometido a una comprobación de antecedentes, a la toma de huellas dactilares y a un curso de formación, además de disparar el arma ante un instructor. Todo esto no hará falta cuando se apruebe la ley, algo que ha asustado a muchos vecinos y, especialmente, al sector del turismo, motor económico del estado.
“Es algo que siempre he apoyado”, dijo DeSantis, quien ha convertido esta ley en una de sus prioridades para la sesión. Los republicanos han añadido a esta iniciativa una serie de medidas que, según afirman, aumentarán la seguridad en las escuelas. Concretamente, crearán un proceso estandarizado de evaluación de amenazas en las escuelas y ampliarán un programa que permite a los empleados de los centros educativos llevar armas.
Esta estrategia ha sido duramente criticada por los demócratas, que piden que se voten ambas propuestas en dos iniciativas distintas. “No tienen nada que ver”, lamentó el senador Jason Pizzo.
Pero también ha suscitado las críticas de algunos miembros del partido Republicano, como la misma presidenta del senado Kathleen Passidomo, quien ampara su postura en la oposición de la Asociación de Sheriffs de Florida.
“Los sheriffs a los que respeto profundamente, que están en el negocio, que entienden los problemas, no apoyan que se puedan portar armas sin licencia en Florida, ya que eso es contrario a la constitución”, dijo en una conferencia de prensa. A pesar de la negativa de la presidenta de la cámara alta y de la influencia política de los sheriffs sobre varios representantes, se espera que la mayoría conservadora apruebe esta ley.
Ampliación de la ley “no digas gay”
La legislatura se dispone a ir un paso más allá también en su censura hacia los contenidos LGTBI en las escuelas, que ha dejado vacíos los estantes de algunas aulas del estado.
Concretamente, tiene previsto ampliar la ley conocida por sus detractores como “no digas gay”, que se aprobó el año pasado y prohíbe a los maestros enseñar materias relacionadas con la orientación sexual y la identidad de género.
Además, también prohibirá en las escuelas referirse a los alumnos con los pronombres “que no correspondan a su sexo”, lo que, de facto, negará la posibilidad de obtener título a aquellos alumnos que quieran utilizar pronombres diferentes de los de su sexo biológico.
“El sexo es la división binaria de los individuos basada en la función reproductora” y es “un rasgo biológico inmutable”, dice textualmente la iniciativa legislativa.
Este conjunto de medidas ha recibido el rechazo frontal de organizaciones como Equality Florida, que considera que la legislación “tiene que ver con un falso pánico moral, cocinado por DeSantis, para demonizar a las personas LGTBI en el beneficio de su propia carrera política”.
Ataques a la libertad de prensa
Otra iniciativa legislativa podría entrar directamente en conflicto con la Primera Enmienda. Si se aprueba la futura ley, llamada “Difusión de Información” requerirá a los blogueros que quieran escribir en internet sobre el gobernador o los legisladores estatales la obligación de registrarse previamente mediante un formulario. Esta ley, que excluiría los periodistas acreditados, obligaría a los blogueros a informar mensualmente sobre lo que han cobrado por escribir sobre estos asuntos. La negativa a registrarse implicaría una multa de 25 dólares por día y hasta los 2.500 por publicación. Aun así, varios juristas aseguran que esta ley probablemente no podrá sobrevivir a una demanda judicial. “Es difícil imaginar una propuesta que viole más la Primera Enmienda”, ha asegurado el abogado Ron Kuby a la cadena de televisión NBC.
El congreso de Florida también ha registrado una iniciativa que facilitaría demandar a los medios de comunicación por difamación. Con ese fin, el proyecto de ley HB 991 rebajaría el listón de quién se puede considerar una figura pública, algo que The New York Times ha calificado como un “desafío directo a los precedentes del Tribunal Supremo”. Además, entre otras provisiones, la propuesta también haría que las citas anónimas se presuman falsas por defecto y protegería bajo la libertad de expresión las declaraciones que discriminen sobre raza, sexo, identidad de género u orientación sexual.