La Casa Blanca, polÃticos y grupos civiles repudiaron este martes la polÃtica fronteriza del gobierno de Texas, en respuesta a informes periodÃsticos, según los cuales, policÃas de ese estado recibieron órdenes de negar agua a migrantes y de devolver incluso a niños y bebés a las aguas del rÃo Grande en la frontera con México.
«Vimos esos reportes. Claramente, si son verdaderos, es algo aborrecible, es despreciable, es peligroso. Y estamos hablando de los valores fundamentales de quienes somos como paÃs», dijo hoy en una rueda de prensa la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
Por su parte, Domingo GarcÃa, presidente de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC, en inglés) denunció el trato inhumano y el uso de alambre de púas, boyas y otras barreras en la frontera de Texas «que ponen en peligro la seguridad de mujeres y niños que buscan asilo».
El congresista demócrata JoaquÃn Castro manifestó en una entrevista que el Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken le afirmó que el Gobierno está revisando la situación.
Subrayó que habló de «la barbarie» del gobernador de Texas, Greg Abbott, con Blinken y le urgió a la Administración a «intervenir y a retirar las trampas mortales que Abbott ha instalado, en nombre de los derechos humanos», escribió Castro en Twitter.
«No hay fondo para las inhumanas polÃticas del gobernador Abbot», se lamentó Dani Marrero, directivo de La Unión del Pueblo Entero (LUPE).
«Los reportes recientes confirman lo que grupos de derechos humanos han señalado durante años», sostuvo Marrero, quien llamó al Congreso a «investigar inmediatamente la Operación Estrella Solitaria y la perversa agenda del gobernador Abbott en la frontera».
Vanessa Cárdenas, directora de America’s Voice lamentó que «los horripilantes detalles de la historia son consecuencia de la deshumanización de los inmigrantes y los solicitantes de asilo».