Las nuevas pruebas tienen contra las cuerdas al ex presidente por la entrada de dineros sucios de la multinacional a sus campañas.
Se cierra el cerco sobre Juan Manuel Santos y los dineros sucios de la multinacional de los sobornos que entraron a sus campañas en 2010 y 2014. Estados Unidos y la Fiscalía colombiana tienen las pruebas.
La Fiscalía concluyó formalmente que está probado que la multinacional de los sobornos aportó 3.540 millones de pesos para elegir a Santos en esas dos oportunidades y que el monto más grande fue para la reelección.
La situación del premio nobel de paz colombiano se complicó después de revelarse, el pasado 10 de agosto, el acuerdo entre el Grupo Aval, Corficolombiana y el Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Comisión de Valores de ese país (SEC). En los documentos queda claro que la plata de Odebrecht sí entró a la campaña de la reelección, en 2014.
Una fuente que conoce de cerca los detalles de esa negociación, le aseguró al diario Semana de Colombia, que Juan Manuel Santos es el llamado “colombian official 3″ que aparece mencionado en uno de los documentos del acuerdo.
Allí se señala que “aproximadamente en mayo de 2014, el ejecutivo de Corficolombiana (José Elías Melo) solicitó que el ejecutivo de Odebrecht 2 (Eleuberto Martorelli) asistiera a reunión con el colombian official 3 (…)”.
En la reunión, el ejecutivo de Odebrecht 2 (Martorelli) acordó con el “colombian official 3″ el pago de sobornos para su beneficio. Según el documento, el interés de Martorelli estaba circunscrito a la extensión del contrato Ocaña-Gamarra con el Gobierno Santos.
Un dato explosivo del acuerdo señala que alrededor de 2014 y 2015 se hizo el pago de un soborno por aproximadamente 3,4 millones de dólares en beneficio del “colombian official 3″ a través de empresas de terceros.
El documento revela que ese “colombian official 3″ está plenamente identificado y que ese nombre solo lo conocen Estados Unidos y Corficolombiana. Santos, al responder una pregunta pública de la directora de SEMANA, Vicky Dávila, quien hizo la revelación sobre el “colombian official 3″, aseguró en su cuenta en Twitter: “Si alguna de las partes del acuerdo entre Corficolombiana y las autoridades norteamericanas confirman la falacia que está circulando sobre el supuesto soborno que yo recibí, me encargaré de demostrar que es una calumnia temeraria, infame y contraevidente”.
Es claro que Santos sabe que el acuerdo obliga a las partes, por ahora, a mantener la reserva. En otro documento de ocho páginas, fechado el 10 de agosto, la SEC dijo que Aval reconoció que hubo plata sucia de la multinacional de los sobornos en la campaña de Santos. Así aparece consignado en el punto 12. “En mayo de 2014, antes de que funcionarios del Gobierno colombiano aprobaran las nuevas obligaciones financieras para la extensión Ocaña-Gamarra, el ejecutivo brasileño acordó pagar sobornos adicionales a funcionarios del Gobierno colombiano en forma de contribuciones ilícitas de campaña”.
La ruta de la plata
La entrada de los dineros sucios de Odebrecht para la campaña de reelección de Santos en 2014 requirió de una sofisticada operación de “inteligencia financiera”, según los investigadores de la Fiscalía. “Todo está probado”, dijo uno de ellos.
Un país clave en esta trama, y que hasta ahora se conoce, es Argentina. Su protagonista es Víctor Eduardo López Cuéllar, un empresario colombiano dedicado al comercio de carros de lujo con operaciones internacionales. La Fiscalía comprobó que este hombre recibió directamente, procedente de una cuenta de Odebrecht en Brasil, desde la polémica División de Operaciones Estructuradas de la compañía, alrededor de un millón de dólares.
El dinero se movió desde el nivel central de la multinacional por intermedio de empresas offshore. La más importante fue Management Services Limited, que sirvió como un vehículo financiero por medio del cual se hizo el aporte. El intermediario fue Otto Bula, quien, según la Fiscalía, fue el que entregó el dinero a la campaña para la reelección de Santos.
Ese fue el modus operandi de Odebrecht para corromper a líderes políticos en toda América Latina con el fin de obtener millonarios contratos de manera ventajosa a través de sobornos. Panamá fue otro país fundamental para mover la plata sin levantar sospechas.
La investigación de la Fiscalía también comprobó que la encuesta de Paddington, materializada en 33 folletos alusivos a la campaña, fue otro aporte de Odebrecht a la reelección de Santos. Eleuberto Martorelli, quien fue presidente de Odebrecht en Colombia, dijo ante la Procuraduría y la Fiscalía que, a través de Luis Peña, representante de la empresa de publicidad Sancho BBDO, “se pagó un millón de dólares como contribución a la campaña” de Santos, representados en un estudio sobre la situación política de las principales ciudades del país. Todo se trianguló por Panamá bajo la gerencia de Roberto Prieto. Por eso, el 2 de febrero de 2014, la multinacional del soborno firmó un convenio con Sancho BBDO, a través de una empresa panameña, por el millón de dólares.
Este hecho, negado por Prieto, fue corroborado por Luiz Antonio Bueno Junior, Luiz Antonio Mameri y Luiz Eduardo da Rocha Soares, de Odebrecht, quienes reconocieron esa contribución y añadieron que hubo un direccionamiento en Colombia del empresario y contratista Eduardo Zambrano “para que se ocultara lo ocurrido con dichos aportes”. Por estos hechos, Prieto fue condenado, entre otros delitos, por falso testimonio en calidad de determinador.
Las interceptaciones a Prieto con Zambrano y Andrés Giraldo, su mejor amigo, y las declaraciones del comité financiero ante los investigadores confirmaron que fue Prieto el que buscó la ayuda de Odebrecht para los afiches. El primero en mencionar que Odebrecht había aportado dineros para las campañas presidenciales fue el condenado exviceministro de Transporte del Gobierno Uribe Gabriel García, quien recibió un soborno de 6,5 millones de dólares. Las coimas de la multinacional en Colombia ascendieron a 80.000 millones de pesos.
Según las declaraciones de Zambrano ante la Fiscalía, el primer contacto de la campaña de Santos con Odebrecht se dio en febrero de 2010. Zambrano aseguró que se trató de un famoso desayuno en Casa Medina, en Bogotá, al que, según él, asistió el propio Santos aunque en la campaña lo negaran.
En ese encuentro estuvo presente Luiz Bueno, de Odebrecht, a quien Santos presentó al comité financiero, según Zambrano. De dicho comité formaban parte Orlando Sardi, Juan Claudio Morales y Consuelo Caldas. El empresario también le dijo a la Fiscalía que en esa oportunidad se habló de los aportes y de la ayuda que entregaría Odebrecht a la campaña de Santos, siendo Prieto el que terminó concretando el monto.