Hacer turismo ambiental en el pacífico colombiano es toda una aventura gracias a las ballenas jorobadas.
Cada año, Bahía Solano, un pequeño municipio en el departamento de Chocó, Colombia, se convierte en el hogar temporal de majestuosas ballenas jorobadas.
Esto atrae a miles de turistas que desean experimentar la mágica sensación de observar a estos gigantes marinos en su travesía por el Pacífico.
Con menos de 10,000 habitantes, la mayoría de los cuales depende de la pesca y el ecoturismo, este rincón colombiano se ha convertido en un destino imperdible.
Para llegar a Bahía Solano, puedes tomar un breve vuelo de 45 minutos desde Medellín o aventurarte a través de las aguas del Pacífico desde Buenaventura.
La mejor época para visitar este hermoso municipio es entre julio y octubre, cuando el lugar se llena de ballenas jorobadas.
El lugar también se llena de turistas que llegan a observar y maravillarse con la asombrosa destreza de estos majestuosos animales marinos.
Uno de los puntos de referencia clave para orientar a los visitantes es el Jardín Botánico del Pacífico.
Esta es una institución dedicada al turismo de conservación que trae biólogos e investigadores para educar sobre la contribución ambiental de las ballenas.
El turismo se ha convertido en el motor económico de Bahía Solano. Proporciona sustento a artesanos, tripulaciones de lanchas, vendedores de paquetes turísticos y comerciantes locales en general.
Sobre las ballenas
Las ballenas jorobadas, que migran desde la Antártida hasta Colombia para dar a luz a sus crías, desempeñan un papel clave en el ecosistema marino del Pacífico.
Estos mamíferos marinos pueden pesar entre 20 y 40 toneladas, medir hasta 16 metros de largo y desplazarse a velocidades de 5 a 8 kilómetros por hora, .
Además de su impacto en la biodiversidad marina, las ballenas jorobadas ofrecen a los visitantes una experiencia espiritual única.
Estar cerca de estas criaturas majestuosas se siente como estar en un lugar sagrado, un tiempo reflexivo y un ritual.
Medardo Machuca, un artesano local, tiene 20 años creando hermosas esculturas de peces y ballenas en madera que vende a los turistas.
Comentó a AP https://apnews.com/ que la llegada de las ballenas no solo significa la temporada alta de turismo, sino también la oportunidad de compartir su arte con el mundo.
Al igual que Medardo, muchos residentes de Bahía Solano aprovechan el turismo como una fuente de ingresos.
Capitanes de lanchas como Luis Hurtado Ruíz ofrecen a los visitantes la oportunidad de acercarse a las ballenas jorobadas a una distancia segura.
Las interacciones cercanas con estas majestuosas criaturas crean recuerdos inolvidables para los turistas.
El avistamiento de ballenas jorobadas en este hermoso rincón del Pacífico colombiano no solo enriquece la vida de los visitantes.
También contribuye al bienestar de la comunidad local y a la conservación de la biodiversidad marina en la región.
Si buscas una experiencia de conexión espiritual con la naturaleza y la oportunidad de presenciar el espectáculo de las ballenas jorobadas, Bahía Solano es el destino perfecto.
Entre enero y julio de este año Colombia recibió más de 3,2 millones de turistas no residentes, informó el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.