Hay alimentos que pueden mejorar el estado de ĂĄnimo, agudizar la memoria y ayudar a que el cerebro funcione de manera mĂĄs eficiente.
Eso argumenta Uma Naidoo, psiquiatra nutricional y profesora de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard (Estados Unidos).
La salud mental y la dieta estĂĄn vinculadas de la misma manera que el cerebro y el intestino, en una relaciĂłn que tiene importantes consecuencias para el organismo.
Uno de los fundamentos biológicos para entender esa relación tiene que ver con que el cerebro y el intestino tienen su origen en las mismas células del embrión y permanecen conectados a medida que el ser humano se desarrolla.
Especias: Las especias son conocidas por sus propiedades antioxidantes. Algunas, como la cĂșrcuma, tienen efectos beneficiosos en la reducciĂłn de la ansiedad. La curcumina, el ingrediente activo de la cĂșrcuma, puede disminuir la ansiedad al cambiar la quĂmica cerebral y proteger el hipocampo. Otra especia que a la psiquiatra le gusta mucho es el azafrĂĄn. Investigaciones han demostrado, explica Naidoo, que el azafrĂĄn tiene efectos en el trastorno depresivo mayor.
Los estudios han demostrado que consumir azafrĂĄn reduce significativamente los sĂntomas del paciente afectado por el trastorno.
Alimentos fermentados: Hay una gran variedad de alimentos fermentados. Se elaboran combinando leche, verduras u otros ingredientes crudos con microorganismos como levaduras y bacterias.El mås conocido es el yogur natural con cultivos activos, pero también hay otros como el chucrut, kimchi y kombucha.
Los alimentos fermentados pueden proveer varias ventajas cerebrales.
Un anĂĄlisis de 45 estudios realizado en 2016 mostrĂł que los alimentos fermentados pueden proteger el cerebro, mejorando la memoria y disminuyendo la velocidad del deterioro cognitivo, cuenta la doctora.
El yogur rico en probiĂłticos puede ser una parte poderosa de la dieta, agrega Naidoo, pero no aquel que es sometido a un tratamiento con calor.
Nueces
Los efectos antiinflamatorios y antioxidantes de los ĂĄcidos grasos omega-3 en las nueces son muy prometedores para mejorar el pensamiento y la memoria.
Por otro lado, las nueces tienen grasas y aceites saludables que nuestro cerebro necesita para funcionar bien, junto con vitaminas y minerales esenciales, como por ejemplo el selenio en las nueces de Brasil.
Naidoo recomienda comer 1/4 de taza al dĂa, como agregado a la ensalada o los vegetales.
TambiĂ©n se pueden mezclar con una granola hecha en casa o con frutos secos, porque estas combinaciones son mĂĄs saludables que las que se venden en el comercio, que suelen contener altos niveles de azĂșcar y sal.
Chocolate amargo
El chocolate amargo es una excelente fuente de hierro que ayuda a formar la cubierta que protege las neuronas y ayuda a controlar la sĂntesis de los quĂmicos que influyen en el estado de ĂĄnimo.
Una encuesta realizada entre mĂĄs de 13.000 adultos en 2019 arrojĂł que las personas que comen chocolate amargo con regularidad tienen un 70% menos de riesgo de sĂntomas depresivos.
El chocolate amargo también contiene muchos antioxidantes y es altamente beneficioso.
Aguacates
Con cantidades relativamente altas de magnesio, que es importante para el funcionamiento del cerebro, los aguacates (o paltas) son otra fuente de bienestar.
Existen innumerables anĂĄlisis que sugieren que la depresiĂłn estĂĄ relacionada con la deficiencia de magnesio.
Varios estudios de casos en los que los pacientes fueron tratados con una dosis de entre 125 a 300 miligramos de magnesio mostraron una recuperaciĂłn mĂĄs rĂĄpida del trastorno depresivo.
âMe encanta mezclar aguacates, garbanzos y aceite de oliva como una sabrosa pasta para untar en una tostada de pan integral de centeno, o como aderezo para verduras reciĂ©n cortadasâ, cuenta la mĂ©dica.
Verduras de hojas verdes
Las verduras de hoja verde, por ejemplo, la col rizada, marcan una diferencia en la salud, explica la experta.
Aunque no sea muy conocido, lo cierto es que las verduras de hoja verde contienen vitamina E, carotenoides y flavonoides, que son nutrientes que protegen contra la demencia y el deterioro cognitivo, dice Naidoo.