Antes de desechar esa cáscara de limón, piensa en todo el potencial que tiene, tanto para tu salud como para deleitar tu paladar.
En el apasionante mundo de la gastronomía, los detalles marcan la diferencia. Uno de esos detalles es la cáscara de limón, un ingrediente que a menudo es desechado sin pensar, pero que esconde sorprendentes beneficios y potencialidades culinarias.
Bondades de la cáscara del limón:
Riqueza Nutricional: más allá de su característico aroma, la cáscara de limón es una fuente de vitamina C, fibra, y compuestos antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres en el cuerpo.
Uso Culinario: La ralladura de limón puede ser el toque secreto en repostería, salsas y adobos. Otorga un frescor cítrico que realza otros sabores.
Beneficios para la Salud: Tradicionalmente, se ha utilizado la cáscara de limón para tratar ciertos males, gracias a sus propiedades antinflamatorias y antibacterianas.
Ingredientes: Limones (4-5) , Agua (2 tazas) , Azúcar (1 taza)
Preparación:
Lava y cepilla bien los limones para eliminar impurezas.
Pela los limones, procurando obtener tiras largas y evitando la parte blanca, que es amarga.
En una olla, hierve las tiras de cáscara en agua durante unos 10 minutos. Escúrrelas y repite este proceso dos veces más con agua fresca para reducir la amargura.
En otra olla, mezcla el azúcar con 1 taza de agua y lleva a ebullición, removiendo hasta que el azúcar se disuelva.
Agrega las cáscaras de limón a la mezcla de azúcar y deja hervir a fuego lento durante 45-60 minutos, o hasta que estén translúcidas.
Retira las cáscaras y colócalas en una rejilla para que se sequen. Una vez secas, si lo deseas, puedes pasarlas por azúcar adicional para darles un acabado cristalino.
El resultado es una cáscara de limón dulce y tierna, perfecta para adornar postres, añadir a recetas o disfrutar sola como un dulce cítrico.
