Los huracanes de categoría 5 son monstruos naturales, capaces de causar devastación en su camino. Para formarse como tales, necesitan condiciones específicas. Aquí está cómo se forma un huracán de categoría 5:
Aguas cálidas: Los huracanes extraen su energía del agua del mar que se ha calentado hasta al menos 26 grados Celsius. Estas aguas cálidas proporcionan el combustible necesario para su desarrollo.
Vientos máximos: Para alcanzar la categoría 5 en la escala de Saffir-Simpson, los vientos máximos del huracán deben superar los 250 kilómetros por hora. Irma, por ejemplo, alcanzó los 280 kilómetros por hora.
Cizalladura del viento: Aunque tienen una energía salvaje, los huracanes de categoría 5 dependen del entorno. No pueden encontrarse con demasiada cizalladura del viento de nivel superior, ya que esto podría interrumpir su rotación en sentido contrario a las agujas del reloj.
En resumen, un huracán de categoría 5 es una combinación de aguas cálidas, vientos extremos y condiciones atmosféricas favorables. Su impacto puede ser catastrófico, y debemos estar preparados para enfrentarlos.
