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Cazadores de Fake descubrió manipulación digital del gobierno contra periodista venezolano

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El 15 de abril de 2024, el Fiscal General Tarek William Saab presentó declaraciones de Jerry Ostos y Carlos Castillo que supuestamente implican al periodista venezolano Carlos Julio Rojas en un intento de magnicidio contra Nicolás Maduro, neutralizado el 25 de marzo de 2024. En este incidente, Ostos y Castillo fueron arrestados cerca de una tarima donde Maduro se encontraba, ambos en posesión de armas de fuego.

Los testimonios de Saab vinculan a Rojas con activistas, miembros de la sociedad civil y militantes de partidos de oposición que supuestamente se encuentran planificando acciones de violencia y que buscan la habilitación de María Corina Machado, líder del partido Vente Venezuela, en las próximas elecciones presidenciales de julio.

Estas acusaciones fueron reveladas un día después de la detención de Rojas, y se respaldaron con capturas de pantalla de WhatsApp, supuestamente extraídas del teléfono de Ostos, mostrando a Rojas dando instrucciones relacionadas con el plan. El mismo día, varias de las capturas de pantalla fueron publicadas por el portal El Universal.

El equipo de Cazadores de Fake News examinó las capturas y descubrió múltiples indicios de manipulación. Las inconsistencias observadas incluyen errores ortográficos inusuales, tipos de fuente y formatos de mensajes atípicos y números de teléfono que no están expresados con el estándar usual de WhatsApp.

Los pantallazos de WhatsApp utilizados como evidencia contra el periodista Carlos Julio Rojas exhiben claras inconsistencias, levantando sospechas sobre su autenticidad y sugiriendo que podrían ser falsificaciones destinadas a incriminarlo injustamente.

Las dudas sobre la autenticidad de las capturas de pantalla presentadas como supuestas pruebas de la vinculación entre el periodista Rojas y Ostos se basan, entre otras cosas, en inconsistencias detectadas en el número de teléfono y los tipos de fuentes utilizados, además de saltos de línea en frases que deberían ser continuas y errores ortográficos comunes entre ambos interlocutores.

El número de teléfono que aparece en el tope del pantallazo del contacto de WhatsApp asociado con Carlos Julio Rojas presenta una inconsistencia notable: aparece de la siguiente manera: “58414259XXX5”, sin el símbolo “+” al inicio. Esta información es inconsistente con la forma en la que WhatsApp formatea visualmente los números de los contactos, separándolos con guiones “-” y espacios, para facilitar su lectura.

Para verificar esta observación, se agregó el número de teléfono real de Rojas a la agenda de contactos en un celular Android, omitiendo incluso el símbolo “+” inicial. Al consultar en la misma ventana, el mismo número de teléfono apareció organizado visualmente con la estructura “+58 414-259XXX5”.

Este formato incluye el código del país para Venezuela (+58), separado del código de operadora (414), y éste último unido con guión al número local, para facilitar su lectura, algo que no ocurre con el supuesto pantallazo tomado, supuestamente, desde el celular de Ostos.

Las dudas sobre la autenticidad de las capturas de pantalla presentadas como supuestas pruebas de la vinculación entre el periodista Rojas y Ostos se basan, entre otras cosas, en inconsistencias detectadas en el número de teléfono y los tipos de fuentes utilizados, además de saltos de línea en frases que deberían ser continuas y errores ortográficos comunes entre ambos interlocutores.

El número de teléfono que aparece en el tope del pantallazo del contacto de WhatsApp asociado con Carlos Julio Rojas presenta una inconsistencia notable: aparece de la siguiente manera: “58414259XXX5”, sin el símbolo “+” al inicio. Esta información es inconsistente con la forma en la que WhatsApp formatea visualmente los números de los contactos, separándolos con guiones “-” y espacios, para facilitar su lectura.

En todos los pantallazos también está presente otro error ortográfico inusual: la presencia de letras “i” acentuadas que contienen, simultáneamente, punto y tilde.

Lo anterior podría implicar que los pantallazos fueron tomados en un celular con una fuente de sistema no compatible con la versión WhatsApp instalada. Pero también puede sugerir que algunas palabras con “i” fueron escritas sin acentos y que, a posteriori, los acentos fueron insertados digitalmente sin borrar sus puntos.

Otras inconsistencias detectadas están relacionadas con errores ortográficos que, de acuerdo a evidencias disponibles en fuentes abiertas, no se corresponden con la ortografía usual de ambos involucrados.

Un ejemplo claro está representado por uno de los pantallazos de la supuesta conversación, donde hay varios errores ortográficos consecutivos en conjugaciones del verbo haber:

Carlos Julio Rojas: “Que a pasado”, en vez de “Qué ha pasado”;

Jerry Ostos: “e pensado mucho”, en vez de “he pensado mucho”

Jerry Ostos: “no e pensado de pensar en eso”, en vez de “no he dejado de pensar en eso”

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