Una banda compuesta por una veintena de delincuentes exportados por el régimen de Maduro a la ciudad de Nueva York, contó con el apoyo del representante de Venezuela ante la ONU, Samuel Moncada, para la compra de motos, para regalarlas a los desadaptados, para que sembraran el caos en esa ciudad.
Una banda de motorizados todos provenientes de Venezuela con antecedentes, fue desmantelada en la ciudad de Nueva York, por la policía de esta localidad norteamericana. Los integrantes de esta red se habían dedicado a alterar el orden público y también a asaltar a los ciudadanos, quitándoles relojes, celulares, tarjetas, computadoras y todo lo de valor que llevaran en ese momento la persona.
Entre los actos que alteraron la paz de la ciudad neoyorkina fueron el irrespeto hacia las leyes de tránsito, la violación de los espacios de los transeúntes, tal como lo hacen en ciudades de Venezuela, realizar piruetas y carreras en las principales avenidas de la ciudad.
Este grupo de delincuentes junto con un grupo de migrantes venezolanos, se hicieron pasar por refugiados, que venían en busca de un mejor futuro, otros señalaron que huyeron del país, porque “eran perseguidos políticos”.
Pero todas estas mentiras quedaron al descubierto, al ser investigados e interrogados, acerca de cómo habían obtenido el dinero para adquirir las motos, ya que no tenían trabajo, tampoco vivienda, mucho menos ropa adecuada.
Las pesquisas realizadas por los funcionarios policiales los llevaron a la tienda que les suministró las motos y al financista que pagaba por los vehículos de dos ruedas, que eran entregados como “regalo” a estos sujetos.
Se pudo conocer que la moto al ser entregada, el titular se comprometía a “causar caos en toda la ciudad de Nueva York y cometer toda clase de desmanes en contra de la ciudadanía”, asÍ lo hicieron saber a las autoridades policiales algunos de los detenidos y añadieron además que “esta era una forma de vengarse de los Estados Unidos por las sanciones”.
Revisadas las facturas de la empresa se descubrió que el financista y comprador de un gran lote de motos, es el embajador de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas, ONU, Samuel Moncada, quien manifestó a los dueños de la empresa que “la compra de estas motos era para regalárselas a los migrantes”.
Una vez que fue puesta a la descubierta toda esta trama delictiva, se desconoce el paradero de Moncada y los delincuentes capturados serán deportados a Venezuela con la prohibición de volver a poner un pie en tierras norteamericanas.
De esta manera se evidencia el falso y traicionero proceder del régimen de Maduro, al exportar una serie de delincuentes a causar daño a una sociedad que nada tiene que ver con su política terrorista y delincuencial que tanto daño ha causado a la sociedad venezolana.