Por: Golfredo Rojas
Arrancó Carnaval Taurino en Venezuela. La segunda corrida de toros del Carnaval Taurino en Mérida, se lidió un encierro terciado de las ganaderías tachirenses de los herederos del Lic. Hugo Domingo Molina, que dieron buen juego y le cortaron siete orejas pero pudieron ser más ya que el Otorrinolaringólogo Antonio Suarez, perdió al menos tres orejas por mal uso de la espada.
Carnaval con solicitud de matrimonio
Abrió plaza el rejoneador yaracuyano Francisco Javier Rodríguez, con un toro de Los Marañones, al que lidió de buenas maneras y que, al colocar su tercer rejón de castigo, se acercó a la barrera de sombra donde se encontraba su prometida para pedirle matrimonio de manera pública lanzándole la banderola del rejón que llevaba trenzado el anillo de compromiso, luego colocó varias banderillas al compás del pasodoble torero que interpretaba la banda de La Mesa Se Los Indios, que ameniza los espectáculos taurinos en la plaza de toros Román Eduardo Sandía, en esta ciudad andina, despacha a este animal con certero rejón de muerte y Usía concede una oreja.
Taurinos
Daniel Luque, español abrió la tanda de lidia ordinaria con un manso que se refugió en tablas donde, el de Gerena, fue a buscarlo y con la técnica que lo caracteriza, logró hacer sonar la charanga rematando la faena con espadazo y así cortar una oreja.
Su segundo fue un marrajo imposible de lidiar por lo que el diestro español solicitó permiso para lidiar el sobrero, toro de Juan Bernardo Caicedo, el que toreó de manera magistral, remató con un estoconazo que deben tomar en cuenta a la hora de la premiación, cortó las dos orejas.
Jesús Enrique Colombo, se convirtió en el triunfador de la tarde y de las ferias, al cortar las dos orejas de su primero, las dos simbólicas al indultar su segundo, un gran toro al que, el de Táriba entendió desde un principio y remató con un gran espadazo de rápido efecto.
Antonio Suarez se llevó el mejor lote al que supo entender perfectamente y realizó dos faenas de gusto refinado para buenos aficionados, para borrarlas por no acertar a la hora de matar, de haber matado sus dos toros hubiera cortado al menos tres orejas.