La ciudad de Singapur se ha propuesto invertir el orden acostumbrado y hacer “una ciudad dentro de un jardín”.
Esta ambiciosa tentativa, promulgada en una ciudad que se encuentra en la vanguardia de la tecnología, tiene su joya paisajística en los Jardines de la Bahía. Se trata de un complejo botánico integrado por tres jardines y dos invernaderos que se han convertido en el pulmón turístico de la Ciudad de Singapur.
Tras casi 5 años de construcción y más de 1.000 millones de dólares de inversión, los Jardines de la Bahía de Singapur fueron inaugurados en junio de 2012. Llevado a cabo en un terreno ganado al mar en la región de Singapur Central, se trata de una zona ajardinada de más de 100 hectáreas en la que la flora y la arquitectura son las principales protagonistas. Acogen más de un millón de plantas de los cinco continentes.
Estos jardines reproducen una gran cantidad de los ecosistemas que se encuentran en el mundo, pero le han agregado un toque tecnológico.
Está integrado por tres grandes jardines: el Jardín de la Bahía Este, el Jardín de la Bahía Sur y el Jardín Central. El más grande es el Jardín Sur (56 hectáreas) en donde se encuentran los súperárboles y los dos invernaderos del complejo.
En los jardines hay varias estructuras, donde destaca un bosque eléctrico de árboles solares, llamados también superárboles.
Los superárboles son las estructuras más icónicas del parque. Estos 18 gigantes de entre 25 y 50 metros de altura, además de dotar la atmósfera con un aire mágico, están envueltos por un jardín vertical exterior, y cuentan con paneles solares en su parte superior. Los dos más grandes están comunicados por una pasarela de 128 metros de longitud.
Estos superárboles, enormes ejemplos de bioconstrucción sostenible, proporcionan sombra durante el día y en la noche se iluminan y se convierten en pantallas digitales. Funcionan como un bosque de energía eléctrica, ya que 11 de las 18 estructuras poseen un sistema de células solares (fotovoltaicas) generadoras de electricidad y tecnología hidráulica que ayudan a la conservación sostenible de todos los jardines.
Están realizados en acero con núcleo de hormigón armado. Miden entre 25 y 50 metros de altura y están recubiertos por plantas. Concretamente por más de 158.000 plantas de más 700 especies, como bromelias, orquídeas, helechos y plantas trepadoras tropicales.
Estos superárboles fueron construidos de manera que son capaces de aprovechar la energía de manera sostenible. Por un lado mediante el aprovechamiento del agua de lluvia, empleada para el riego y las fuentes de los jardines, y por otro a través de células fotovoltaicas que permiten acumular energía solar para su iluminación durante la noche. En definitiva, cada árbol es un jardín vertical multifunción.
Tanto de día como de noche la imagen es espectacular. Al anochecer, la iluminación de esta zona es maravillosa.
Las dos estructuras más grandes de los Jardines de la Bahía son sus invernaderos, dos enormes cúpulas recubiertas de miles de paneles de cristal conocidas como Flower Dome y Cloud Forest.
Los dos invernaderos son verdaderas maravillas arquitectónicas. Enormes ejemplos de construcción sostenible y de eficiencia energética, con majestuosas cúpulas de acero y cristal, que impresionan tanto por dentro como por fuera.
El diseño de los invernaderos de los Jardines de la Bahía son un excelente ejemplo de la arquitectura sostenible, ya que sus paneles de vidrio permiten obtener el máximo provecho de la luz solar y reutilizar la energía proveniente de los súperárboles gracias al cristal especial de los paneles, el cual deshumidifica el aire y mantiene la temperatura ideal en cada cúpula, reduciendo el consumo energético hasta en un 30%.
Combinan la naturaleza con la tecnología inteligente mediante la energía solar proveniente de los súperárboles, la cual permite mantener refrigerados los invernaderos mediante sus novedosos sistemas de entrada y salida de aire y de riego.
El Domo de las Flores (Flower Dome)
Esta enorme cúpula se hizo en 2015 y cuenta con el Récord Guinness al ser el invernadero de cristal más grande del mundo con sus 1,28 hectáreas, especialmente acondicionado para climas secos y templados que alberga cientos de especies vegetales de las regiones mediterráneas y tropicales del planeta.
En su interior se encuentran flores de todo el mundo. Puede encontrarse una vasta colección de más de 250.000 especies de plantas exóticas, entre ellas helechos, enredaderas, bromelias y orquídeas recolectadas en todo el mundo.
Incluye nueve jardines diferentes con baobabs, especies de Australia, de Sudáfrica, de Sudamérica, de California hasta olivos milenarios.
El Bosque de las Nubes (Cloud Forest)
Anexo al Flower Dome está el Cloud Forest.Es un invernadero de 0,8 hectáreas creado para salvaguardar plantas provenientes de climas fríos y templados.
Se trata de una estructura de 43 metros de altura a la que se puede subir en ascensor para caminar por su pasarela rodeada de niebla, y en donde se esconde la catarata interior más alta del mundo. Tiene acceso al Mundo de las plantas, un área con todo lo relacionado con la reproducción y conservación de diversas especies vegetales.
Según se desciende por la montaña, se van viendo los diversos hábitats que existen en función de la altitud, ya que acoge plantas que habitan a más de 2.000 metros de altura.
El OCBC Skyway
El OCBC Skyway es la pasarela que conecta las copas de dos de los superárboles a través un sendero aéreo de 128 metros de largo. A este recorrido se suma un observatorio, con cafetería incluida, desde el que se consiguen las mejores vistas de la bahía y los alrededores de los Jardines de la Bahía.
