Sam Altman regresa a OpenAI como director ejecutivo después de días de luchas internas en la empresa.
La junta directiva de la organización sin fines de lucro que supervisa OpenAI llegó a un acuerdo con Altman para su regreso como CEO.
La condición es que se forme una nueva junta para reemplazar a la que lo destituyó.
Este evento se produce después de una revuelta total de los empleados de OpenAI contra la salida de Altman y marca el final de una de las sagas corporativas más seguidas en la historia tecnológica.
La nueva junta directiva de OpenAI estará compuesta por Bret Taylor, ex co-CEO de Salesforce; Larry Summers, presidente de la Universidad de Harvard.
Con el regreso de Altman a Open Ai el tercer integrante de la junta directiva lo completa Adam D’Angelo, CEO del sitio web Quora y ex empleado de Facebook.
Altman regresa a Open AI y expresó su felicidad por regresar como CEO y agradeció a la comunidad por su paciencia.
También mencionó que, con la nueva junta, está ansioso por continuar y fortalecer la asociación con Microsoft, con la que OpenAI tiene una larga historia de colaboración.
A pesar del regreso de Altman existen muchas dudas sobre el futuro de la empresa, reporta el portal NBC news.
La destitución de Altman generó defensores, como Elon Musk, quien sugirió que el regreso de Altman era preferible a que él y la mayoría de los empleados de OpenAI se unieran a Microsoft.
Un año de enfrentamientos.
Altman regresa a Open AI pero antes de su salida la semana pasada, él y la junta directiva de la empresa habían estado discutiendo durante más de un año.
La tensión empeoró a medida que OpenAI se volvía un nombre más conocido gracias a su popular chatbot ChatGPT.
En un momento, Altman intentó sacar a uno de los miembros de la junta porque pensaba que un artículo de investigación que ella había coescrito era crítico con la compañía.
Otro miembro, Ilya Sutskever, pensaba que Altman no siempre era honesto al hablar con la junta.
Algunos miembros de la junta estaban preocupados de que Altman estuviera demasiado enfocado en la expansión, considerando que la seguridad de la inteligencia artificial es vital.
Sin duda la amenaza de cientos de empleados de OpenAI de seguir a Altman a Microsoft a menos que la junta renuncie dio resultados.