Actualmente la obesidad afecta considerablemente la calidad de vida de niños y jóvenes latinoamericanos y el problema va en aumento.
Por: Hilda Rosa Boscán Fuentes
Las cifras de obesidad en niños y jóvenes latinos, entre los 5 y los 19 años de edad son realmente preocupantes, según el reciente estudio internacional de Action Teens presentado este mes en el Congreso Europeo de Obesidad 2023.
Más alarmante aún es que para el año 2030 la tendencia es que se duplicarán los actuales valores de obesidad, encontrados en la muestra tomada en 10 países del continente, lo cual representaría aumento de las enfermedades cardíacas, cáncer y diabetes, que afectan gravemente la calidad de vida de esta población.
La principal proyección, es que en los próximos 7 años, 1 de cada 8 niños latinoamericanos padecerá obesidad y sus consecuentes enfermedades, estimándose que en Brasil, por ejemplo, serán unos 7,7 millones de infantes y en México la cifra podría llegar a los 6,9 millones de chicos obesos.
Actualmente, el 24% de la juventud latina presenta obesidad sin percatarse de ello y el 33% de los padres no se dan cuenta que sus hijos padecen esta condición, por lo cual un 80% de estos infantes, sólo acuden al doctor al sufrir los síntomas de enfermedades relacionadas o comorbilidades.
Debido a ello, los especialistas consideran la detección temprana como elemento fundamental para atacar dicha condición, más aún el identificar la obesidad como una enfermedad, para así derribar las barreras que enfrentan los niños y adolescentes en pro de bajar su talla corporal, pues apenas de cada 10 jóvenes obesos, 7 quieren adelgazar pero desconocen la forma adecuada para conseguirlo.
El estudio también reveló, que el 87% del personal de salud involucrado, carece de entrenamiento necesario para el adecuado tratamiento de la obesidad, hecho que empeora esta problemática social.
Los investigadores de Action Teens, hacen un llamado a los gobiernos del continente a desarrollar políticas y programas que generen ambientes más saludables, donde padres e hijos tomen mejores decisiones nutricionales y así evitar a corta edad, las discapacidades y enfermedades crónicas en los adultos.