Un albergue emergente para 300 migrantes abrirá en Ciudad Juárez, en la frontera de México con Estados Unidos, ante la presencia de al menos 2.500 personas que duermen en un campamento junto al fronterizo río Bravo.
El alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, anunció que el refugio temporal, financiado por el Instituto Nacional de Migración (INM), estará a más de 15 kilómetros de la frontera, que afronta una nueva ola migratoria.
La medida ocurre mientras miles de migrantes pernoctan junto al río Bravo, donde temen que los niños se enfermen por el frío que empieza a sentirse.
Además, los migrantes dijeron a EFE que están atrapados entre la Guardia Nacional de Estados Unidos y los agentes de Migración de México y la Policía de Juárez.
“Fue algo muy triste y decepcionante de parte de Migración de México, unos 200 de migración acorralaron y corretearon (persiguieron) a mujeres y niños. Se tiraron al agua, perdieron sus bolsos, incluso hay niños que no se han podido bañar y tienen encima el agua del río podrido desde ayer», contó Miriam Omaña, de Venezuela.
El alcalde de Juárez descartó que el nuevo refugio se trate de una estación migratoria, como la que se incendió hace poco más de seis meses.
La situación refleja la ola migratoria «sin precedentes» en México y Centroamérica, como ha advertido la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), con hasta 10.000 migrantes que llegan al día a la frontera con Estados Unidos, de acuerdo con el presidente, Andrés Manuel López Obrador