Por: Carlos Jimenez
He visto con preocupación la persistencia de algunos sectores de la oposición, en mantener sus posturas asà estén equivocadas. Una de las posturas más erradas es destruir al otro sector con miras a relevarlo, el deporte nacional es destruir la posición: primarÃas a cualquier costo, mientras que la primaria implica muchas cosas negativas, tiene algo positivo que pesa mucho, la organización.
Un paÃs con un liderazgo polÃtico diezmado, con una crisis interna y de capacidades para poder captar nuevos miembros o viejos simpatizantes que se decepcionaron por los devenires de la polÃtica, es decir las primarias son un camino para que los partidos reorganicen y censen lo que tienen.
Ahora tenemos por otro lado, los partidos que adversan las primarias, porque las condiciones que establecieron los organizadores de las primarias no los convencen, están es su derecho de hacerlo; lo más importante de que existan es que hay varios participantes en la ruta electoral, incluso participantes que fueron contrarios a esa ruta, sin embargo ahora están de acuerdo con participar en elecciones, esa condición de participar en la ruta electoral es acertada, pero si continúan diciendo que el CNE es el Ministerio del Poder Popular para Asunto Electorales, porque sea lo que sea va a estar, asuman que el CNE va a estar en todos los proceso electorales del paÃs, que van apoyar el ventajismo del Madurismo y que debemos ganar en ese terreno, que eso se gana con organización y trabajo en equipo y motivando la participación masiva.
El trabajo del adversario es estimular la abstención, la no participación, que sencillamente nadie vote, porque asegura su victoria. El Madurismo probablemente gane en el 2024, por una razón sencilla hay una oposición que quiere seguir siendo oposición, eliminando a un sector de la oposición. Mientras que el sector que parece aspirar al poder quiere pasar una factura al gobierno que sale, un gobierno, una gente, un funcionario que se encuentre amenazado, no va a querer ser relevado por quien quiere apresarlo, asà de fácil. Pero tampoco pueden salir otros candidatos a querer aferrarse al voto del descontento chavista, hablando de manera que parece una actuación y no una realidad, enfocar la campaña solo a convencer al chavismo es otro error, porque el chavismo no va a comprar el show, va a comprar responsabilidad y decencia.
Hay muchos candidatos que aspiran conquistar el descontento, no lo consultarán los que no identifiquen el descontento, las razones del descontento con el chavismo son medibles, para ganarle a Maduro a que ganarle en todos los terrenos y por ello que deben estar en la calle aprendiendo a oÃr al ciudadano para saber que siente y que le pasa. Sabemos que la crisis económica aniquila al pueblo, pero tenemos que conseguir el conector para que el candidato no solo se identifique con el rechazo sino con la solución.
En ese orden veo como los candidatos a las primarias hacen recorrido en el terreno para amalgamar a la gente en torno a sus ideas, pero uno de los errores más comunes es acentuar el descontento pero no lo capitalizan, ese terreno de la confrontación cuando enfrentas una maquinaria comunicacional tan compleja, resulta algo peligroso, porque debes manejarte, no en señalar al culpable, no solo en explicar cómo se equivoca, sino que tienes que dar soluciones sin que ello implique tocar las polÃticas sociales, que sencillamente son las que mantienen un halo de esperanza en torno a la figura del hoy presidente, si bien el gobierno de no pega ni la hora, mantiene un liderazgo aparente donde ha dejado en claro que él manda y que firma los cheques, que oÃr mas debilidades que tenga, el chavismo busca sobrevivir y el salvavidas es Maduro.
Por eso el terreno más difÃcil es capitalizar el descontento de sus bases, sin parecer un traidor o una guabina, porque en el cerebro criollo ni los judas ni los falsos son caudillos y a este paÃs le fascina un mesÃas que tenga Guáramo .