El sueño de tener una vivienda propia se ha quedado fuera del alcance de muchos compradores en todo Estados Unidos.
La brecha de asequibilidad —un cálculo de la diferencia entre el promedio de los ingresos familiares en una determinada zona y el dinero necesario para pagar una vivienda promedio allí— está cerca de su nivel más alto en 10 años, según un análisis de datos de NBC News. El análisis da cuenta de un mercado inmobiliario inaccesible para un número cada vez más creciente de personas.
Según este análisis, una familia que gana el ingreso promedio en su localidad podría permitirse una vivienda en más del 60% de los condados del país. Hace cinco años, habría podido permitírselo en algo más del 90%.
Y la asequibilidad está disminuyendo incluso en los condados con viviendas de menor precio.
La vivienda promedio se vende por casi 70,000 dólares más de lo que puede permitirse un hogar promedio, lo que reduce el presupuesto de muchos compradores. Se trata de la tercera peor brecha de asequibilidad en los más de 10 años que NBC News analiza estos datos.
“Esencialmente se trata de un mercado imposible, incluso para los hogares de ingresos promedio”, dijo Alexander Hermann, investigador asociado sénior del Centro Conjunto de Estudios de Vivienda de Harvard.
En aquellos condados para los que hay datos disponibles, entre abril de 2019 y abril de 2024 el precio promedio de la vivienda aumentó un 55% (a 102,850 dólares), según los datos de la empresa Redfin.
Hermann atribuyó la persistente presión sobre los precios a la escasez de oferta. En todo el país, según los datos de Redfin, el inventario ha disminuido más del 30% desde 2019, y ha disminuido en 7 de cada 10 de los condados medidos.
En 2019, un hogar con los ingresos promedio podía permitirse comprar la vivienda de precio promedio en el 94% de los condados de Estados Unidos. Hoy, eso solo puede decirse del 63% de ellos.
La brecha entre los ingresos y el precio de la vivienda es especialmente pronunciada en el Oeste del país.
En el condado de Alameda, en la bahía de San Francisco, que incluye las ciudades de Oakland y Alameda, la diferencia entre lo que pueden permitirse los compradores y lo que cuestan las viviendas es de casi 73,000 dólares.
Alan Teague, que vivió en la Bahía durante casi 40 años y formó parte del consejo de planificación de la ciudad de Alameda, afirmó que parte de esto se debe a la falta de viviendas disponibles, ya que el ritmo de construcción es muy inferior a la demanda.
“En el tiempo que llevo aquí, el costo de las viviendas ha subido mucho”, afirmó Teague. “La oferta no ha seguido el ritmo”.
Las nuevas construcciones ayudarían a aliviar la brecha, mencionó Teague, pero añadió que el precio de construir en la región sigue siendo alto. “Nos han dicho que una unidad asequible cuesta un millón de dólares por unidad o más”, dijo Teague. “Eso es alucinante”.
Incluso en condados que, según las cifras, parecen asequibles, las cosas están cambiando.
En el condado de Henry, Indiana, al este de Indianápolis, el precio promedio de venta es de 190 mil dólares, menos de la mitad del promedio nacional. Pero los precios en Henry se han más que duplicado desde 2019 —llevando al condado de ser uno de los lugares más asequibles para comprar a uno donde las casas están fuera del alcance de los lugareños.
En consecuencia, los compradores han comenzado a aceptar viviendas con obstáculos que no habría aceptado años atrás.