Trump inhabilitado en las papeletas de dos estados. La secretaria de Estado de Maine retiró al expresidente Donald Trump de la papeleta de las elecciones primarias presidenciales del estado.
Maine aplicó la cláusula de insurrección de la Constitución. Esta medida se suma a un fallo similar de una corte en Colorado.
Primero, la Corte Suprema de Colorado falló que Trump no era elegible en ese estado para postularse de nuevo a la Casa Blanca. Ahora Maine se suma.
Ambas decisiones son históricas. El máximo tribunal de Colorado fue el primero en aplicar a un aspirante a candidato a la presidencia.
Pero ambas decisiones están en pausa mientras se desenvuelve el proceso judicial.
Trump inhabilitado
Trump permanece en las boletas en Colorado y Maine y su destino político se encuentra en manos de la Corte Suprema de EEUU.
Tras la Guerra Civil, Estados Unidos ratificó su 14ª enmienda constitucional para garantizar los derechos de las personas que habían sido esclavas, entre otros.
El Congreso retiró esa inhabilitación para la mayor parte de los confederados en 1872 y la disposición cayó en desuso. Pero fue redescubierta tras los sucesos del 6 de enero.
Trump ya está siendo procesado por los hechos del 6 de enero, pero la Sección 3 no requiere una declaración de culpabilidad para aplicarse.
Se han interpuesto docenas de demandas para inhabilitar a Trump alegando que participó en la insurrección el 6 de enero y no está calificado para postularse a un cargo público.
Todas las demandas fracasaron hasta el fallo de Colorado. Y se ha pedido a docenas de secretarios de Estado que lo retiren de las papeletas.
Papeletas de dos estados
La Corte Suprema nunca se ha pronunciado con respecto a la Sección 3. El Partido Republicano estatal ya recurrió y se espera que Trump interponga el suyo propio pronto.
El fallo no puede ser apelado directamente ante la Corte Suprema federal, sino que primero tiene que ser recurrido en la cadena judicial, comenzando con un tribunal de primera instancia en Maine.
Trump perdió en Colorado en 2020 y no necesita ganar allí para lograr una mayoría en el Colegio Electoral el año próximo.
Pero sí obtuvo uno de los cuatro votos colegiados de Maine en las últimas presidenciales al imponerse en el 2º Distrito del Congreso, por lo que la decisión de Bellows tendría un impacto directo sobre sus posibilidades en los comicios de noviembre.
Argumentos en el caso
Los abogados de Trump tienen varios argumentos: Primero, no está claro si la Sección 3 es aplicable al presidente: las palabras “funcionario de Estados Unidos” en otras partes de la Constitución no se refieren al presidente.
Segundo, esta es una cuestión política sobre la que deberían decidir los votantes, no jueces que no obtuvieron el cargo por elección popular.
Tercero, si los jueces desean involucrarse, estarían infringiendo el derecho de Trump a un proceso jurídico imparcial al determinar categóricamente que no es elegible sin llevar a cabo algún tipo de proceso de investigación como un largo juicio penal.
En cuarto lugar alegan que lo ocurrido el 6 de enero no fue una insurrección en el sentido de la Sección 3, sino un motín.
Finalmente, incluso si fue una insurrección, señalan que Trump no estuvo involucrado, simplemente estaba ejerciendo su derecho a la libertad de expresión.
Por supuesto, los abogados que quieren inhabilitar a Trump también tienen argumentos. El principal es que el caso es realmente muy sencillo: lo ocurrido el 6 de enero fue una insurrección, Trump la incitó y está inhabilitado.
El hecho de que haya transcurrido 3 años revela que nadie ha querido emitir realmente un fallo sobre los méritos del caso.
La mayoría de los jueces han descartado las demandas por cuestiones técnicas, incluyendo que las cortes carecen de autoridad para decir a los partidos a quién poner en sus papeletas para las primarias.
Los secretarios de Estado también han evitado actuar, normalmente diciendo a quienes les piden que prohíban que Trump se postule que carecen de la autoridad jurídica para hacerlo a menos de que una corte se lo ordene.
Expertos legales han advertido que, si la Corte Suprema federal no emite una directriz clara sobre el asunto, podría derivar en un caos en noviembre, o en enero de 2025, si es que Trump gana las elecciones.