Las guerras y la inflación harán tambalear la economía global el próximo año, estimó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, (OCDE) con sede en París.
El crecimiento internacional bajará al 2,7% en 2024 a pesar del ritmo esperado del 2,9% este año. Eso equivaldría al crecimiento anual más lento desde el año pandémico de 2020, indicaron voceros de la OCDE.
A pesar del sombrío panorama, la organización «proyecta que se evitarán las recesiones en casi todas partes», dijo el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, en una conferencia de prensa.
Riesgos persisten
Sin embargo, añadió, existen riesgos de que la inflación se mantenga persistentemente alta y de que el conflicto entre Israel y Hamas y la guerra de Rusia en Ucrania puedan afectar los precios de las materias primas, como el petróleo o los cereales.
Un factor clave en la desaceleración es que la OCDE espera que las dos economías más grandes del mundo, Estados Unidos y China, se desaceleren el próximo año.
Estados Unidos
Se pronostica que la economía estadounidense se expandirá solo un 1,5% en 2024, desde un 2,4% en 2023, a medida que los aumentos de las tasas de interés de la Reserva Federal sigan restringiendo el crecimiento.
Las altas tasas de la Reserva Federal han encarecido mucho los préstamos para los consumidores y las empresas, aun cuando han ayudado a desacelerar la inflación desde su máximo de cuatro décadas en 2022 .
La OCDE prevé que la inflación estadounidense caiga del 3,9% este año al 2,8% en 2024 y al 2,2% en 2025, justo por encima del nivel objetivo del 2% de la Reserva Federal.
Sin embargo, el Departamento de Comercio informó que el crecimiento económico de Estados Unidos alcanzó un rápido ritmo anual del 5,2% entre julio y septiembre, ayudado por un fuerte gasto de los consumidores y un repunte de la inversión privada.
Impacto en China
Se espera que la economía china, acosada por una destructiva crisis inmobiliaria, un aumento del desempleo y una desaceleración de las exportaciones, se expanda un 4,7% en 2024, frente al 5,2% de este año.
El «crecimiento del consumo de China probablemente seguirá siendo moderado debido a mayores ahorros preventivos, perspectivas más sombrías para la creación de empleo y una mayor incertidumbre», dijo la OCDE.
Europa
También es probable que contribuyan a una desaceleración global los 20 países de la Unión Europea que comparten el euro. Se han visto perjudicados por el aumento de las tasas de interés y por el salto en los precios de la energía que siguió a la invasión rusa de Ucrania.
La OCDE espera que el crecimiento colectivo de la eurozona alcance el 0,9% el próximo año, débil pero aun así una mejora con respecto al crecimiento previsto del 0,6% en 2023.
«Una conclusión clave hoy es la perspectiva más sólida para Estados Unidos, que hemos revisado al alza para 2024, pero una perspectiva más débil para Europa, que hemos revisado a la baja», dijo a los periodistas, la economista jefa de la OCDE, Clare Lombardelli.
Señaló el impacto en Europa del aumento de los precios de la energía el año pasado después de que Rusia cortara la mayor parte de su suministro de gas natural al continente.
Eso hizo que los costos se dispararan para los hogares y las empresas, generando una crisis del costo de vida y perjudicando a las fábricas en lugares como Alemania .
La economía mundial ha soportado varios impactos: COVID-19, la guerra en Ucrania y altas tasas de endeudamiento cuando los bancos centrales actuaron agresivamente para combatir el alza de precios.
Hace un año, la OCDE había pronosticado un crecimiento global del 2,2% para 2023. Ese pronóstico resultó demasiado pesimista. Ahora, advierte la organización, el problema persiste.
“El crecimiento ha sido más fuerte de lo esperado hasta ahora en 2023”, dijo la OCDE en su informe de 221 páginas, “pero ahora se está moderando a medida que se siente cada vez más el impacto de condiciones financieras más estrictas, un crecimiento comercial débil y una menor confianza de las empresas y los consumidores”.
Además, advirtió la OCDE, la economía mundial enfrenta nuevos riesgos resultantes del aumento de las tensiones geopolíticas en medio de la guerra entre Israel y Hamas , “particularmente si el conflicto se ampliara”.
«Esto podría resultar en perturbaciones significativas en los mercados energéticos y en las principales rutas comerciales», dijo.
Fuente: AP