por: Gloria Cuenca
Me impresiona sobre manera ver las actitudes totalitarias, autoritarias, personalistas, entre otras que surgen, constantemente, en nuestra vida cotidiana. He insistido en señalar: “lo malo se pega”. En algunas personas con facilidad, a otras les cuesta aceptar y al fin se pliegan. Sin embargo, hay quien nunca se pliega. ¡Gracias a Dios! El estado autoritario está construido, como una inmensa fábrica: corruptos, sinvergüenzas, atorrantes, descarados y pare de contar.
En efecto, se trata de un sistema que te obliga a ser corrupto, de una manera, u otra. Observemos, el caso de la gasolina. Una a precios internacionales, otra subsidiada. Las colas en la subsidiada de terror. Levantarse de madrugada, correr el riesgo de ser atracado/a, hacer la cola… y allí, empieza el “juego del matraqueo”. ¿Quieres adelantar en la cola? “Bájate de la mula, en dólares”. “¿Quieres que te pongan gasolina directo?” “¿Más de lo permitido?” Siempre hay, un “Jon” disponible para resolver la petición: 5$, o tal vez 10$, para lograr el tanque lleno de la subsidiada. A veces, personal de la bomba, otras, de los cuerpos de “seguridad”. (El tanque sí sigues la norma, cuesta 30$) ¿Quién no se lanza por los 5 o 10$? Fíjense: no se trata de honradez, honestidad, y demás normas morales; el punto pasó a ser: ¿eres tonto o vivo?
Así se van cambiando, sin percatarse, normas de ética, por “malos usos sociales”. Chiao, ética y moral, en este caso, práctica de la ética. Hay una estructura, (¿o, super estructura?) mafiosa y delincuencial, progresivamente se organiza y desarrolla. Luego asciende y se va entronizando en el alma y vida de los antiguos ciudadanos, republicanos, quienes -alguna vez- fueron orgullosos de ser éticos y cumplir con la moral.
A lo largo de la vida, pregunté: ¿Reflexionas antes de hacer las cosas? ¿Sabes, si es correcto o incorrecto lo que haces? ¿Piensas antes de hablar? ¿Afirmas cuestiones sobre lo que no estás seguro/a que ocurrieron? ¿Son verdades a medias? ¿Repites comentarios, malévolos, mal intencionados?
Las respuestas, ambivalentes: a veces, sí, en otras oportunidades, no.
Un alumno, años atrás, molesto por mi manera enfática de hablar sobre ética, me increpó: “Mire profesora, no le creo a usted, qué no haya hecho algo ilegal o inmoral. Piense, algo debe tener por allí”. En aquellos años, ya de “Regreso de la Revolución”, valga la cuña, no encontré en mi vida como demócrata, nada por qué, acusarme. Sin embargo, mientras fui revolucionaria sí. Se incentivaba para qué actuara contra las normas de ética, morales, jurídicas, sociales y hasta las religiosas. Por eso, entiendo y comprendo lo que pasa, en esta época, a cabalidad. No me canso de arrepentirme, de advertirlo, señalarlo y explicarlo: la revolución está hecha para acabar con la ética-supuestamente de la burguesía- sin embargo, se eliminan todas las normas.
Acabada la URSS, encontramos un país sin ética, ni moralidad. Ni hablar de China: los grandes postulados éticos venían de Confucio y Mencio. Por ejemplo, la máxima de “No hacer a otro, lo que te hagan a ti,” la impuso Confucio, unos cuantos siglos, antes del nacimiento de Cristo. Se guiaban, la masa de chinos por esas normas; algunas obsoletas, no obstante, la mayoría vigentes y necesarias para una convivencia sana y ética.
Mao, durante la revolución cultural arrasó con todo. La corrupción llegó a todas partes. Un dirigente chino expresó en el Congreso del Partido Comunista: “O, acabamos la corrupción, o termina la revolución.” Corruptos y ladrones, son condenados a la pena capital, es decir a morir. Los fusilan en estadios, públicamente, para qué la gente escarmiente. Sí usted pregunta a cualquier chino, medianamente culto, cual es su propósito en la vida, contesta con sinceridad: “hacer dinero”. ¿Cómo? Eso no está muy claro, pero el objetivo sí.
Entre nosotros, he escrito sobre eso, en oportunidades, la gente dice: “No me den, pónganme donde hay”. Difícil de encontrar algo más inmoral y anti ético.
También, como si de una moda se trata: “Darle al cuerpo, lo que éste pide”. ¿Si te pide droga, cigarrillo o alcohol, robar y maltratar, insultar, para desahogarte? ¿Se complace al cuerpo?
Amables seguidores y contradictorios lectores, si de algo estoy segura a mis casi 83 años: es necesario enseñar ética, moral, buenas costumbres y, según mi criterio, también, religión.
Lo siento por los ateos, conozco algunos/as con férrea conducta moral y ética. No es común. Insisto en señalar: no hay ética marxista, sino ética de la revolución, acomodaticia, circunstancial y peligrosa.
La otra, la marxista, supuestamente, se formulará el día que llegue el comunismo al poder en todo el planeta. (los marxistas-leninistas-maoístas, dixit)
Con la protección de Dios y la Virgen, eso no ocurrirá jamás. También con ayuda de los seres humanos de bien, bondadosos, solidarios, demócratas. ¿Qué debemos hacer los demócratas, ante esta realidad?
Enfrentamos un verdadero dilema: no ser como ellos y tampoco que triunfen en el planeta. La respuesta es: educación sistemática y constante en grandes principios de amor, del perdón, la solidaridad y la democracia. El respeto a los seres humanos, por su sola condición de humanos. ¡AH, qué estrés y angustia!