El número de humanos se ha triplicado en los últimos 70 años, aunque no de la misma manera en todos los lugares del planeta.
Todos los años los calendarios vienen llenos de días mundiales que conmemoran o reclaman la atención de los ciudadanos sobre diferentes asuntos. Muchas de estas fechas son solo anécdotas divertidas. Otras, en cambio, apuntan a problemas que piden nuestra atención para evitar que se conviertan en pesados lastres que amenacen la estabilidad y futuro de la sociedad.
Uno de ellos es el aumento de la población y sus consecuencias para el planeta. Afrontarlo y buscar alternativas y soluciones, fue lo que llevó a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a instaurar el 11 de julio como Día Mundial de la Población. Una fecha que coincide con el registro de cinco mil millones de humanos sobre el planeta Tierra en 1989.
Tendencia demográfica
Desde mediados del siglo XX la población mundial ha registrado un crecimiento sin precedentes en la historia. Se estima que cada día nacen más de 370 mil personas y mueren unas 155 mil en todo el mundo. Datos que muestran el frenético ritmo de crecimiento de la población.
Concretamente el número de humanos se ha triplicado, desde los 2.5 millones de 1950 hasta los ocho millones que el contador mundial de la población registró en noviembre de 2022. Si los humanos tardaron 125 años en pasar de mil a dos mil millones, los últimos mil se sumaron solo en los últimos doce años.
Pobreza, riqueza y polos
Un crecimiento que estará desigualmente repartido, con África como el continente que más aumentará la población. En el otro extremo, 61 países verán reducida su población en 2050, una disminución que será del 10% en 26 de esos estados, según los datos de Naciones Unidas.
Así, mientras la tasa de fecundación en Europa disminuirá hasta quedar por debajo de la necesaria para garantizar el crecimiento (tasa de reposición), el África subsahariana doblará su población en 2050.