El Barcelona se alzó con el título de La Liga tras vencer 4-2 al Espanyol en el RCDE Stadium ((Estadio Cornellà-El Prat o Corneprat)) de la capital catalana.
La práctica local era discutir el balón con los de Xavi Hernández, y luego se rompió la fórmula.
Lewandowski abrió el marcador en el inicio del encuentro asistido por Balde. Después, el propio lateral remató en el segundo palo un envío de Pedri para firmar el segundo ante un desdibujado Espanyol.
Minutos después, Raphinha le puso un buen centro a Lewandowski para que el polaco empujase su doblete. Tras el descanso, Koundé marcó de cabeza el 0-4.
Puado anotó el tanto del honor con una bonita vaselina y Joselu maquilló aún más el resultado en el descuento.
El Barça deja muy tocados a sus vecinos, que están ya a cuatro puntos de la permanencia, y celebran un título basado en la solidez defensiva.
El partido fue un monólogo para el Barça, que no desaprovechó la oportunidad de nivelar el título, mientras los Periquitos amenazaban a balazos mientras intentaban salvarse.
Con cuatro partidos restantes, el Barcelona ganó su 27º título de liga.