178 custodios permanecen secuestrados en cárceles de Ecuador. Más de 22 mil 400 militares están desplegados, hay patrullajes por tierra, aire y mar, con requisas en las calles.
El gobierno explicó que es una represalia de las bandas, integradas por unos 20 mil miembros, en rechazo a sus políticas de mano firme para enderezar el rumbo del país.
Custodios secuestrados
En los últimos cinco años, la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes pasó de 6 a 46 en 2023.
En cuatro días de desafío al Estado retuvieron dentro de las prisiones a 178 funcionarios carcelarios y lanzaron una ofensiva con disparos y explosivos que dejaron 16 muertos.
“Quisieron infundir temor, pero despertaron nuestra ira. Creyeron que someterían a todo un país y se olvidaron que las fuerzas armadas están entrenadas para la guerra”, dijo el ministro de Defensa Gian Carlo Loffredo.
La actual crisis empezó el domingo, cuando uno de los capos más temidos desapareció de su prisión en Guayaquil (suroeste).
A la fuga de Adolfo Macías, alias “Fito”, jefe de la banda criminal conocida como Los Choneros, le siguió una arremetida violenta: motines en las cárceles, 178 funcionarios de prisiones retenidos por presos, siete policías secuestrados de los cuales seis ya fueron liberados, ataques con explosivos y vehículos incendiados.
Cárceles de Ecuador
Pabel Muñoz, alcalde de Quito, señaló que en la capital “hubo 53 alertas de emergencia de las cuales 18 han sido ciertas”.
La ciudad portuaria de Guayaquil, la más peligrosa del país, retoma paulatinamente su actividad. La principal avenida de la ciudad se veía este jueves sin sus habituales embotellamientos, aunque el confinamiento casi total del día anterior cedió. Algunos comercios prevén abrir media jornada y algunos ciudadanos transitaban las calles camino a sus trabajos, al igual que en Quito.
“Estamos con miedo, con temor que el momento menos pensado vuelvan a hacer lo mismo”, dijo Inés Macas, un ama de casa de 69 años.
Cientos de soldados y policías buscan a Fito, mientras rige un estado de excepción en todo el país.
“El tiempo de los delincuentes se acabó, están advertidos. cualquier acto terrorista desde ahora se convertirá inmediatamente en objetivo militar”, dijo el ministro de Defensa.
