Kamala Harris, la primera mujer vicepresidenta se está preparando para otra campaña nacional a pesar de las bajas calificaciones en las encuestas, el fracaso en ganarse al establecimiento de Washington y la preocupación entre los compañeros demócratas sobre un comienzo decepcionante en el cargo.
Harris se enfrenta a una situación de alta presión cuando Biden, ahora de 80 años, avanza hacia una carrera sin precedentes para un segundo mandato como el primer octogenario en la Oficina Oval.
Si gana y se enferma o no puede cumplir con sus funciones, Harris, de 58 años, lo sucedería. Esa realidad se cierne sobre su candidatura a la reelección de 2024.
Si bien la pareja tiene una buena relación de trabajo, las fuentes demócratas dicen que Biden se siente frustrado por parte de su trabajo. También está convencido de que ni Harris ni ningún otro aspirante demócrata podría vencer al ex presidente Donald Trump si él es el candidato republicano, un factor que ha influido en la inclinación de Biden a postularse nuevamente.
Harris parte en un viaje a África a finales de esta semana, una visita que puede subrayar sus credenciales en política exterior y generar el tipo de titulares positivos en casa que a menudo la han eludido.
Cuando Biden eligió a Harris, solo la segunda mujer negra elegida para el Senado de los Estados Unidos, ella era más popular que él entre las mujeres, los votantes jóvenes e incluso algunos republicanos, según mostró una encuesta de Reuters/Ipsos de agosto de 2020. Sin embargo, como vicepresidenta, tiene un índice de favorabilidad del 39%, según un promedio del agregador de encuestas RealClearPolitics, por debajo del 42,3% de Biden
