Hey! Diario Digital || Plataforma global de noticias

Rusia impone nuevos tiempos recios

El calentamiento global, las pandemias, la inseguridad nuclear, los fanatismos religiosos, la radicalización política y la necedad antipolítica, la indefensión ante la perspectiva de una sociedad robotizada, el desenfreno consumista, el renacimiento del jurásico populismo y otras calamidades, son las señas de identidad de nuestros días vertiginosos.
Heydiariodigital_regalos

Secuela de la victoria de los aliados (EEUU-Reino Unido-Rusia) sobre el eje (Alemania-Italia-Japón) en la II Guerra Mundial fue la aparición de la Guerra Fría en los años cincuenta de la centuria anterior.

La confrontación radical hasta la caída del Muro de Berlín en 1989, de la tiranía comunista de la Unión Soviética (Rusia y sus países dominados) y el llamado mundo libre (Estados Unidos y Europa occidental).

En esas décadas los rusos, para imponer su “dictadura del proletariado”, no vacilaron en intervenciones militares en Hungría (1956) y Checoslovaquia (1968), además de sojuzgar a Ucrania, Polonia, Rumania, Lituania, Letonia, Kazajistán,  Estonia, Moldavia, Berlín oriental, acosar a Yugoslavia, China y colonizar a Cuba castrista.

Mientras la democracia capitalista norteamericana, de modo insólito y paradójico, para evitar que Rusia impusiera sus “dictaduras del proletariado”, promovía golpes de estado incluso, contra gobernantes democráticos.

Muestra de tales despropósitos de presidentes  estadounidenses de esos tiempos, fue el absurdo derrocamiento del mandatario institucionalista guatemalteco, Jacobo Arbenz (1954), organizado por la CIA, la United Fruit, el déspota dominicano Trujillo, más un militar dócil guatemalteco y ordenado por la administración de Ike Eisenhower.    

El premio Nobel de Literatura peruano-español Mario Vargas Llosa, publicó en 2019 la novela “Tiempos recios”, para describir el enojoso zarpazo  contra Arbenz, un hombre que sólo se proponía instalar en su país un capitalismo a la norteamericana.

Pero hoy, cuando marchamos hacia la tercera década del tercer milenio, padecemos de nuevo inquietantes tiempos recios:

El calentamiento global, las pandemias, la inseguridad nuclear, los fanatismos religiosos, la radicalización política y la necedad antipolítica, la indefensión ante la perspectiva de una sociedad robotizada, el desenfreno consumista, el renacimiento del jurásico populismo y otras calamidades, son las señas de identidad de nuestros días vertiginosos.

 ¡Y además, tenemos la guerra caliente del zar rojo Putin en Ucrania!

         jalexisortiz@ gmail.com   @alexisortizb           www.alexisortiz.com  

Related Articles

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *