“Es hora de una nueva generación de liderazgo para redescubrir la responsabilidad fiscal, asegurar nuestra frontera y fortalecer nuestro país, nuestro orgullo y nuestro propósito”dijo la ex gobernadora de Carolina del Sur.
Nikki Haley anunció esta semana que buscará la nominación republicana para las elecciones presidenciales de 2024, lo que la enfrenta directamente a su antiguo jefe, Donald Trump, que también aspira a volver a la Casa Blanca. “Soy Nikki Haley y me presento a la presidencia”, dijo la candidata en un vídeo.
Haley dijo que es hora de una nueva generación de liderazgo para redescubrir la responsabilidad fiscal, asegurar nuestra frontera, fortalecer nuestro país, nuestro orgullo y nuestro propósito.
Haley se convierte en la primera rival directa de Trump y se espera por el resto de aspirantes: el actual gobernador de Florida, Ron DeSantis, aunque todavía no ha hecho oficial su candidatura como tampoco el expresidente Donald Trump, el ex vicepresidente Mike Pence; el senador Tim Scott, de Carolina del Sur; el gobernador de New Hampshire, Chris Sununu, y el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson.
La tensión crece ante las probables causas de inelegibilidad de Trump, de una hipotética imputación por instigar el asalto al Capitolio y su papel en los intentos de asalto en Georgia en noviembre de 2020, cuando la investigación del fiscal especial para los casos Trump, Jack Smith, se acelera.
Crítica de Donald Trump
Lo cierto es que Nikky Haley ha sido muy crítica con la campaña que le llevó a la presidencia en 2016, se ha distanciado de Trump varias veces, para luego suavizar su retórica, diciendo que su antiguo jefe tiene un papel importante que desempeñar en el Partido Republicano.
Aunque ha criticado a los republicanos por poner en duda sin fundamento los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, hizo campaña en favor de múltiples candidatos que apoyaron las falsas afirmaciones de fraude electoral de Trump durante las legislativas de 2022.
Al igual que otros republicanos que se espera que ingresen al campo, Haley tendrá que caminar por una línea muy fina en la forma en que critica al expresidente, sus políticas y personalidad.
Trump puso a Haley en el escenario internacional cuando la nombró embajadora ante las Naciones Unidas en 2017, una experiencia que ella promociona como parte de su discurso ante los votantes.
Su discurso de anuncio estuvo cargado de números sin improvisaciones.
Destacó las prioridades generales del Partido Republicano, como fortalecer la seguridad fronteriza y aumentar los recursos policiales, reducir la deuda nacional y permitir que los padres tengan opciones escolares.
Pidió un país “fuerte y orgulloso, no débil y despierto”, Haley dijo que Estados Unidos podría prevenir, no iniciar guerras, si invierte en un “ejército fuerte”.
Su pasado con Trump
No mencionó algunos de los capítulos más oscuros de la era Trump, principalmente el final.
Aunque ella declaró en una oportunidad que Trump era tóxico debido a su manejo de la insurrección el 6 de enero, Haley no habló ni aludió a ese día en sus comentarios. Si bien, sin duda, necesitará a los nunca trumpistas y a los republicanos tradicionales en su campo para seguir siendo viable.
Pero el toque sutil de Haley no pasó desapercibido en Mar-a-Lago. La campaña de Trump envió un comunicado de prensa titulado “La verdadera Nikki Haley” cuando concluyó su evento, y los aliados del expresidente criticaron a Haley por no ofrecer políticas que diferían claramente de las de Trump.
Al ingresar temprano a la carrera, Haley se posicionó no solo para capturar los medios ganados que tanto se necesitan en las próximas semanas (se dirige a New Hampshire el jueves y a Iowa después de eso), sino también a los fondos de la campaña.
Muchos de sus posibles oponentes republicanos tienen una capacidad limitada para recaudar fondos federales hasta que ingresan a la carrera, aunque su colega republicano de Carolina del Sur, el senador Tim Scott, tiene casi $ 22 millones disponibles que podrían transferirse a una cuenta de campaña presidencial.
Diana Stevenson de Columbia, que ya estaba en Charleston para otro evento, acudió al anuncio de Haley para animar a la mujer a la que apoyó para gobernadora en 2010, a quien vió en el escenario del debate primario enfrentarse a un puñado de candidatos masculinos consumados. “Y los rompió todos”, dijo Stevenson. “Fue hermoso de ver. Creo que podría hacerlo de nuevo”
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