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La COP14 Ramsar

La COP14 Ramsar
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La 14º Conferencia de las Partes de la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional (COP14), realizada entre el 5 y el 13 de noviembre pasado en sus sedes de Wuhan (China) y Ginebra (Suiza), finalizó haciendo un llamado a las cumbres del Clima y la Biodiversidad: sin humedales no se atenderá la emergencia ecológica.

¿Qué es la Convención Ramsar?

Ramsar es el más antiguo de los modernos acuerdos intergubernamentales sobre el ambiente. El tratado se negoció en el decenio de 1960 entre países y organizaciones no gubernamentales preocupados por la creciente pérdida y degradación de los hábitats de humedales para las aves acuáticas migratorias. Se adoptó en la ciudad iraní de Ramsar el 2 de febrero de 1971 (fecha cuando se celebra el Día Mundial de los Humedales). Entró en vigencia en 1975 y en Venezuela en 1988.

La misión de la Convención Ramsar es “la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales y nacionales y gracias a la cooperación internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo”.

Las Partes Contratantes se comprometieron a:

  1. Trabajar en pro del uso racional de todos los humedales de su territorio.
  2. Designar humedales idóneos para la lista de Humedales de Importancia Internacional (Lista de Ramsar) y garantizar su manejo eficaz.
  3. Cooperar en el plano internacional en materia de humedales transfronterizos, sistemas de humedales compartidos y especies compartidas.

Como parte de los mecanismos de implementación del Convenio Ramsar, cada Parte Contratante debe instalar un Comité Nacional. Estos comités permiten la articulación con los distintos actores institucionales relacionados con el tema, y sirven de soporte para la presentación de los informes del país ante las instancias internacionales.

Humedales: un valor que desaparece

Actividades como la pesca en entornos costeros, el cultivo del arroz, el turismo o el suministro de agua (ya sea superficial o subterránea) están directamente relacionadas con el estado de conservación de estos ecosistemas, que a su vez albergan una riqueza de vida indiscutible más allá de la comunidad ornitológica.

Los humedales son extensiones de marismas, pantanos, turberas o aguas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas incluyendo las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros.

Existen humedales creados artificialmente como las represas, criaderos de peces, lagunas, préstamos, entre otros, que son ricos en diversidad biológica y constituyen una fuente importante de agua. Además contribuyen al suministro de alimentos, así como al transporte fluvial en las comunidades. Debido a la belleza paisajística de estos ecosistemas, representan un enorme potencial para la actividad turística y recreativa de la población.

Los humedales por sí solos representan el 45% del valor de todos los ecosistemas naturales del planeta; sin embargo, desde 1900 el 64% de los humedales del mundo ha desaparecido y, de acuerdo al Índice de Extensión de los Humedales del Convenio de Diversidad Biológica, en los últimos 40 años se han degradado cerca del 40% de los que quedan a nivel mundial, mientras que la tasa de aceleración se incrementa más de un 1,5% cada año. Europa es el continente que más pérdida de humedales ha sufrido en los últimos 40 años.

Los humedales son indispensables por los innumerables beneficios o “servicios ecosistémicos” que brindan a la humanidad, desde suministro de agua dulce, alimentos y materiales de construcción, biodiversidad, y hasta control de crecidas, recarga de aguas subterráneas y mitigación del cambio climático.

En Venezuela existen cinco sitios Ramsar, ubicados en zonas costeras: los refugios de fauna silvestre Cuare (Falcón) y Ciénaga de Los Olivitos (Zulia) y los parques nacionales Archipiélago de Los Roques (Territorio Insular Miranda), Laguna de la Restinga (Nueva Esparta) y Laguna de Tacarigua (Miranda).

A nivel mundial al día de hoy (fuente: Ramsar.org):

Número de partes contratante: 172

Número de sitios designados: 2.471

Superficie total de los sitios designados: 256.192.356 hectáreas

Conclusiones de la COP14

En esta 14º Conferencia se aprobaron 21 resoluciones, donde se ha puesto de relieve que los humedales son zonas prioritarias para la conservación de la biodiversidad –especialmente para las aves–, y por extensión, del bienestar y de la salud humana.

Del mismo modo, los países acordaron una resolución, impulsada por España, que alienta a los Estados aplicar soluciones de naturaleza y a que eliminen aquellas políticas que contribuyen a destruir humedales. De hecho, esta COP14 de Ramsar incorpora una de las pocas definiciones sobre las “soluciones basadas en la naturaleza” que existen en el Derecho Internacional.

La guerra en Ucrania también ha formado parte de las resoluciones de la cumbre de Ramsar, que condena los daños causados a los humedales por el ataque. Es una de las pocas decisiones que ha necesitado voto: 50 síes, 7 noes y 47 abstenciones.

La COP14 también ha debatido sobre las lagunas costeras, un hábitat que se encuentra en muchos sitios en peligro de extinción, por el mal estado de su conservación.

Los humedales costeros inalterados son potentes sumideros de carbono, con tasas de secuestro de carbono a largo plazo hasta 55 veces más rápidas que las de los bosques tropicales. Por el contrario, cuando estos humedales son secados o deteriorados, no solo se libera el carbono almacenado, sino que también se pierde una valiosa herramienta en la lucha climática. De hecho, los estudios señalan que la naturaleza –y, en concreto, los humedales costeros– será la responsable de lograr el 37% de los objetivos de mitigación que señala el Acuerdo de París. Y de detener el calentamiento global.

Una de las cuestiones que más se han subrayado en la COP14 es la necesidad de reporte sobre el estado de conservación de los humedales Ramsar. De hecho, se ha frenado el intento de rebajar estas obligaciones, tal y como habían propuesto algunas de las partes. En la actualidad, el 75% de los sitios Ramsar no tienen fichas informativas y mapas adecuados.

Esta COP14 ha dejado claro que, sin humedales, no será posible frenar el cambio climático ni revertir la pérdida de biodiversidad. En definitiva, los humedales son una pieza fundamental para el modelo descarbonizado que debemos construir. Por fin, las soluciones de naturaleza para atajar la emergencia climática están calando en los acuerdos internacionales. El paso decisivo será en diciembre, en Montreal. Los países tienen la oportunidad histórica de cerrar un pacto global, al estilo del Acuerdo de París, sobre naturaleza.

No lograrlo será un fracaso y pondrá las cosas más difíciles para miles de comunidades de locales en todo el mundo. Esperemos que la voz alzada en la COP14 de Ramsar retumbe en los acuerdos del Clima y, sobre todo, de Biodiversidad.

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