Enseñar a los niños a tolerar la frustración les servirÔ durante su desarrollo y en la vida adulta para afrontar de una forma mÔs positiva las situaciones adversas que se le presenten; se trata de una actitud y como tal, puede trabajarse y desarrollarse desde temprana edad.
El sentimiento de frustración en los pequeños aparece por una necesidad (hambre, sueño) o un deseo (un juguete que no puede tener) no satisfechos y se manifiesta a través de diferentes emociones como rabia, impotencia, decepción, tristeza o desilusión.
Estrategias para ayudarle a lidiar con la frustración

- Fijar objetivos realistas y acordes a la edad y madurez del niño, de lo contrario no podrÔ afrontarlos y aumentarÔ su sensación de malestar.
- No hay que proporcionar soluciones sino ayudar al niño a descubrirlas por sà mismo.
- Explicar que existen momentos de éxito y otros de fracaso y que lo importante es darse cuenta de los errores y cómo solucionarlos para que no se repitan.
- Las situaciones complicadas son una excelente oportunidad para que aprenda cosas nuevas y pueda enfrentarlas de forma adecuada en caso de que se repitan, asĆ la adversidad se transforma en aprendizaje.
- Enseñar que todo se consigue a base de esfuerzo y perseverancia; si aprende que con constancia puede solucionar muchos de sus problemas podrÔ controlar mejor la frustración.
- Concientizar que cada vez que se toma una decisión hay consecuencias que deben aceptarse incluso cuando no son agradables; esto le ayudarÔ a que piense mejor qué es lo que realmente quiere y es mÔs conveniente.
- Dar el ejemplo: un adulto que sabe afrontar las adversidades con una actitud positiva es el mejor modelo a seguir. Los valores, la asertividad y la resiliencia son las claves para que los niƱos sean mejores personas y crezcan felices.