Las restricciones contra individuos y entidades chinas impuestas por EE.UU. a finales de la semana pasada bajo el pretexto de su presunta participación en el tráfico de precursores de fentanilo “ha erosionado gravemente las bases de la cooperación antidrogas entre China y EE.UU.”, afirmó el portavoz de la Cancillería china, Wang Wenbin.
“El Gobierno chino adopta una postura firme sobre la lucha antidrogas. Guiados por el espíritu humanitario, hemos trabajado con EE.UU. para ayudar a resolver el abuso de fentanilo”, destacó Wang. No obstante, “EE.UU. impone nuevas sanciones en individuos y empresas chinas, y trata de culpar a China de su propio problema con el fentanilo”, agregó.
“El propio EE.UU. es la raíz de sus problemas con las drogas. Con el 5 % de la población mundial, EE.UU. consume el 80 % de opioides del mundo”, señaló Wang. Añadió que, en vez de tomar medidas para fortalecer el control sobre el uso de drogas, Washington intenta “engañar al público y desviar la culpa de su inacción”.
Además, el vocero dijo que lo que EE.UU. llama “precursores de fentanilo” suministrados por China en realidad son productos químicos ordinarios, y agregó que en comercio internacional es una obligación del comprador evitar que tales productos caigan en manos de productores ilícitos de drogas.
“Si EE.UU. realmente quiere resolver su problema de drogas, tiene que respetar los hechos, reflexionar sobre sí mismo, corregir su irregularidad y dejar de desviar la culpa. China seguirá haciendo lo necesario para proteger los derechos e intereses legítimos de compañías e individuos chinos”, concluyó.
A principios de abril, Vedant Patel, portavoz adjunto del Departamento de Estado de EE.UU., afirmó que “el secretario [Antony Blinken] ve la amenaza que representa el fentanilo como una prioridad importante para él, y una parte específica de eso, por supuesto, son los precursores del fentanilo que se originan en China y otras partes del mundo”.
Mientras tanto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, envió una misiva a su par chino, Xi Jinping, en la que le explicaba la controversia que mantiene con legisladores estadounidenses que responsabilizan a México de la epidemia de consumo de fentanilo que padece EE.UU. y le solicitaba su apoyo para controlar el envío de la sustancia desde una postura humanitaria.